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El término de las Sinsombrero tiene su origen en el gesto de quitarse el sombrero en público que protagonizaron Maruja Mallo, Margarita Manso, Salvador Dalí y Federico García Lorca en la Puerta del Sol.

Tour Las Sinsombrero con perro (Madrid)

A los perros también les gustan las rutas culturales

Actualizado: 16/10/2019

Fotografía: Hugo Palotto

Nos apuntamos al Tour de Las Sinsombrero, una ruta dogfriendly y solidaria por enclaves emblemáticos de Madrid, para conocer la vida de un selecto grupo de mujeres de la generación del 27, aquellas transgresoras cuyo trabajo ha servido para que hoy podamos disfrutar de avances y derechos en campos tan dispares como el derecho o el arte.

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Imagínense por un momento a un grupo de artistas que, en plan rebelde o reivindicativo, lanzaran al aire sus teléfonos móviles con un objetivo libertario. Sería de lo más avantgarde, seguro. Pues, algo similar (y real) pasó en el Madrid de los años 20, cuando un grupo de amigos, Federico García Lorca, Salvador Dalí, Margarita Manso y Maruja Mallo, decidieron pasar por el Kilómetro Cero sin aquella prenda de obligado y decoroso uso por aquel entonces. Con esta actitud transgresora pretendían romper normas y, en ausencia de aquella pieza que cubría la cabeza, liberar ideas e inquietudes. Por tal revulsivo acto, los activistas fueron insultados y apedreados (según contó la propia Maruja Mallo tras volver del exilio) pero también sirvió para bautizar con el nombre de Las Sinsombrero a un grupo de mujeres pensadoras y artistas españolas nacidas entre 1898 y 1914 e integrantes, por supuesto, del relevante grupo de la Generación del 27.

La ruta recuerda la historia de un selecto grupo de mujeres de la generación del 27.
La ruta recuerda la historia de un selecto grupo de mujeres de la generación del 27.

Las mujeres olvidadas: Las Sinsombrero es el título del free tour –una modalidad de visita cultural guiada donde se paga al final, según haya sido de satisfactoria la experiencia– al que me he apuntado esta tarde pre-otoñal en beneficio de 'Rehabilitandog', una asociación cuya labor se centra en el trabajo con canes que sufren problemas de salud, psicológicos o conductuales (miedo, ansiedad…) para que en un futuro no muy lejano puedan encontrar un hogar.

Las mascotas aquí son bienvenidas.
Las mascotas aquí son bienvenidas.

Como la excursión era petfriendly decidí llevarme a Bartolo y, aunque creía que iban a asistir más amigos cuadrúpedos, su asistencia fue menor de la esperada algo que, a la larga fue mejor porque, como el tema era interesante, la afluencia de asistentes fue bastante numerosa. Es más, algunas personas se han quedado en lista de espera para una próxima edición. Aun así, Bartolo y Bowie (un cachorro de pocos meses) se convirtieron en las estrellas del grupo siendo los receptores de todo tipo de halagos y mimos.

El punto de encuentro fue la famosa Casa de las Siete Chimeneas, un emblemático (con leyenda incluida) edificio situado en la plaza del Rey que, desde la dictadura de Miguel Primo de Rivera hasta el inicio de la Guerra Civil, fue la primera sede del Lyceum Club Femenino (tal y como reza la placa instalada en una de sus fachadas), una importante asociación cultural destinada a defender la igualdad femenina y la incorporación de la mujer al mundo de la educación y del trabajo.

El punto de encuentro es la famosa Casa de las Siete Chimeneas.
El punto de encuentro es la famosa Casa de las Siete Chimeneas.

Poco a poco, el grupo se va compactando alrededor de Julia Soria, la historiadora y guía de 'Experimenta Madrid', encantada de participar por una buena causa. En la escalinata de la que es ahora sede del Ministerio de Cultura y Deporte, Julia nos habla de la historia del famoso centro, haciendo hincapié en la figura de María de Maeztu, la escritora y pedagoga que fue su impulsora y presidenta. Destacó las actividades que allí se realizaban: conferencias, dramatizaciones, lecturas… y los personajes importantes que participaron en ellas, desde Miguel de Unamuno hasta Rafael Alberti.

Al acabar en la Casa de las Siete Chimeneas, el grupo se dirige al edificio de las Cariátides, sede del Instituto Cervantes en la bulliciosa calle de Alcalá, para recordar a María Zambrano. Julia no solo evoca su importante labor como filósofa y escritora, también habla sobre su exilio, su vuelta a España en 1988 para recibir el Premio Cervantes y, como no podía ser menos en un tour tan mascotero, la relación que ella y su hermana (Araceli) tuvieron con los gatos. Ambas llegaron a convivir con 24 mininos y, es más, cuando estaban exiliadas en Roma, las expulsaron de Italia por culpa de ellos. Al entrar en Francia, las hermanas iban acompañadas de 13 felinos.

Los canes también parecen escuchar las explicaciones de la guía.
Los canes también parecen escuchar las explicaciones de la guía.

El numeroso grupo cruza Alcalá para acomodarse en la plaza de Neptuno. Un buen escenario donde los canes olisquean la hierba del bulevar y, cómo no, disfrutan del verde. Aquí, Julia le dedica tiempo a una mujer que, si hubiera nacido millennial, sería toda una influencer. Se trata de Zenobia Camprubí, que fuera secretaria en el Lyceum Club Femenino y, además, fue una brillante escritora, traductora y lingüista. Admiradora de la artesanía española, Zenobia y su amiga Inés Muñoz crearon una sociedad para exportar a Estados Unidos labores de mujeres de provincias extremeñas y andaluzas, cuya venta repercutía directamente sobre las artesanas. Abrieron dos boutiques con estas piezas, una en Estados Unidos y otra en el barrio de Salamanca madrileño, llamada Nuevo Arte Español, que estuvo abierta hasta 1984. Pero, en 1918, junto a Katherine Bourland, María de Maeztu y Rafaela Ortega y Gasset, abrieron en diversas corralas de Lavapiés y Embajadores, 'La Enfermera a Domicilio', donde enseñaron a las mujeres a prestar primeros auxilios. Cuando estalló la Guerra, muchas de aquellas madrileñas se dirigieron al 'Hotel Palace' y al 'Hotel Ritz' (que se habían convertido en hospitales para los soldados) para prestar su ayuda. Un episodio trágico de nuestra historia que vivió de niña otra mujer ilustre: Gloria Fuertes.

El grupo al paso del Instituto Cervantes.
El grupo al paso del Instituto Cervantes.

Además, la Camprubí fue una de las primeras mujeres en tener el carné de conducir (llevaba un Chevrolet por todo Madrid) y viajó sola por innumerables países, incluida China. Aunque su bagaje personal y profesional quedó eclipsado por su matrimonio con el Premio Nobel de Literatura Juan Ramón Jiménez, con quien colaboró activamente hasta el final de sus días (tres días antes de un galardón que Juan Ramón nunca recogió por el pesar de la muerte de su esposa) en el desarrollo y difusión de su obra literaria. En este lugar Julia nos habla también de María Teresa León, esposa de otro insigne escritor, Rafael Alberti. María Teresa no solo fue una gran escritora, sino que también ayudó a salvaguardar muchas obras de arte (como Las Meninas o El Conde-Duque de Olivares de Velázquez) que corrían peligro por los incesantes bombardeos que sufría la capital.

Ruta Mujeres Olvidadas: Las Sinsombrero (Madrid)
La ruta es gratuita. Solo al final del recorrido, se aporta la voluntad.

Ya en marcha, nos encaminamos en bloque hacia el Congreso de los Diputados y en una calle aledaña nos paramos, para que Julia nos cuente cómo fue la lucha dialéctica entre dos amigas, Victoria Kent y Clara Campoamor, para conseguir el voto femenino. Aunque, tras aquel momento se consideraron examigas. Corría el año 1931 y, en esa época las mujeres podían ser diputadas pero no votar.

El 31 de septiembre de 1931, Victoria Kent, considerada la primera mujer abogado de España subió al estrado para defender su postura. "El voto femenino debe aplazarse, lo dice una mujer que, en el momento crítico de decirlo, renuncia a un ideal", recita la guía ante un público asombrado por su capacidad de memoria. Mientras que Clara Campoamor apostaba por el acceso de la mujer a las urnas sin condiciones. "Yo, señores diputados, me siento ciudadano antes que mujer y considero que sería un profundo error político dejar a la mujer al margen de ese derecho, a la mujer que espera y confía en vosotros". Su discurso fue decisivo para conseguir el sufragio universal femenino y, por primera vez en España, las mujeres mayores de 23 años pudieron acceder a las urnas en los comicios del 19 de noviembre de 1933.

La afluencia de asistentes suele ser bastante numerosa. Hay incluso lista de espera.
La afluencia de asistentes suele ser bastante numerosa. Hay incluso lista de espera.

Tras la interesante disertación de Julia, nos dirigimos a la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, en plena calle Alcalá, y que será la última parada de Las mujeres olvidadas: Las Sinsombrero. Son casi las 9 de la noche y a los canes se les empieza a notar el cansancio. Hay menos juegos y más tumbarse en la acera. "Mira, a Bartolo se le están cerrando los ojos", me comenta Nuria, alma mater de Rehabilitandog. Y es que Bartolo tiene la capacidad de dormirse hasta de pie. Claro que las notas de un músico callejero enseguida le despiertan. Es más, su acordeón va a servir para poner banda sonora al último episodio histórico de la velada.

Una de las paradas de la ruta es el bulevar de la plaza de Neptuno.
Una de las paradas de la ruta es el bulevar de la plaza de Neptuno.

Julia saca de su bandolera una tablet y empieza a enseñarnos cuadros impresionantes "¿Sabéis quién ha pintado esto? ¿Y esto?" Todo el mundo calla por desconocimiento o por miedo a meter la pata. "Pues son de Maruja Mallo". La mayor exponente femenina del surrealismo en España viajó por todo el mundo, se codeó con los grandes de su tiempo (Éluard, Warhol o Breton) y además, era muy enamoradiza (tenía especial predilección por los poetas como Rafael Alberti o Pablo Neruda).

Mallo tenía la idea de que si dejaba de pintar podría volver a España y, lamentablemente, así lo hizo, aunque cuando regresó en los años 60, nadie se acordaba de ella. Lo peor de todo es que cuando contaba sus interesantes vivencias nadie la creyó, "es peligroso ser mujer y mayor", puntualiza Julia que, inmediatamente pasa a hablar de otra artista olvidada, Marga Gil Röesset, de la que siempre se dijo que se había suicidado (a los 24 años) por amor al poeta Juan Ramón Jiménez. La que fuera niña prodigio (era escritora e ilustradora y a los 7 años de edad escribió y dibujó su primer relato, aunque su pasión era la escultura en granito) realizó unos magníficos dibujos que influenciaron a Antoine de Saint-Exupèry –al que conocía– para su obra El Principito.

La asociación 'Rehabilitandog' organiza las rutas para ayudar a perros con problemas.
La asociación 'Rehabilitandog' organiza las rutas para ayudar a perros con problemas.

Y para hablar de influencias, Julia nos vuelve a hablar de María de Maeztu en su etapa en el Instituto Escuela, un proyecto que ella misma definió como "la primera escuela activa oficial de España", en la que lo más importante no era que los niños repitieran los textos sino que reflexionaran, constataran y ejecutaran. Por eso, las enseñanzas se basaban menos en los libros y más en los hechos y en la observación. Julia, relata un hecho entrañable, cuando a un grupo de niños madrileños les pilló el estallido de la Guerra Civil estando de campamento. Durante mucho tiempo no pudieron regresar a sus casas y, para evitar que se enteraran del trágico suceso, los monitores escribían cartas como si fueran de sus progenitores y recibían ayuda (alimentos, medicinas) de la cercana Francia. Cuando la vuelta fue segura, los pequeños se reencontraron de nuevo con sus familias y fue entonces, cuando sus progenitores les contaron el estallido de la contienda. Hasta entonces, ellos no se habían enterado de nada. "Una ignorancia que inspiró la película de La Vida es Bella" y cuyas notas de la banda sonora –Julia se compinchó con el músico callejero– ponen el punto y final a un tour interesante y solidario.

La ruta termina sobre las nueve de la noche.
La ruta termina sobre las nueve de la noche.

Ya solo queda pasar la bolsa para que cada uno aporte lo que crea conveniente o buenamente pueda. Y, si se han quedado con las ganas de conocer más sobre este grupo de mujeres, cuya actitud rompedora y abierta transformó el panorama artístico y cultural durante un episodio de la historia de la capital, pueden apuntarse a la próxima convocatoria del tour Las mujeres olvidadas: Las Sinsombrero organizada por 'Rehabilitandog', que tendrá lugar en breve. Por supuesto, sus mascotas son bienvenidas.