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Siguiendo la huella de César Manrique en Lanzarote

Teguise, Palmas, Las

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Impresionado por la naturaleza de su tierra desde que era un niño, el arquitecto, pintor y escultor César Manrique vivió toda su vida adulta con el objetivo de mostrar "la belleza de Lanzarote al mundo" y lo consiguió impregnando toda la isla de ese amor a través de su trabajo. Tanto fue así que su influencia arquitectónica y artística cambió por completo la forma de visitar y percibir la ínsula canaria. Una experiencia única para el visitante de la isla es recorrer todos aquellos rincones donde está presente la huella imborrable del artista. 

Comenzamos por la casa que se construyó cuando regresó de Nueva York a finales de los años 60 en Tahíche y que hoy es sede de su Fundación (c/ Jorge Luis Borges, 16), donde se expone una impresionante colección de arte contemporáneo. La residencia está construída dentro de una burbuja volcánica, que Manrique bautizó con el nombre de 'Taro', como las antiguas construcciones de piedra de Lanzarote. En los Jameos del Agua (carretera Arrecife-Orzola, s/n), un poco más al norte de Punta Mujeres, el artista vio las posibilidades de una cueva natural formada tras hundirse parte de su cascarón de lava. Allí mismo erigió un restaurante que se abre paso hasta un tubo volcánico que esconde un lago lleno de minúsculos y brillantes cangrejos ciegos, especie única de Lanzarote. Y como si eso no fuera suficiente para impresionar al que camina entre estos pasillos de lava negra, una enorme piscina blanca sirve de antesala a un auditorio con aforo para 600 personas construido en una gruta que se inauguró en 1977 y que, actualmente, acoge grandes espectáculos culturales.

Cerca de los Jameos, en el valle de las 1.001 palmeras como se conoce la región de Haría, está la Casa-Museo (calle Elvira Sánchez, 30), que fue el último hogar del arquitecto, lo que nos permite pasear por su yo más personal a través de su ropa, sus recuerdos, sus fotografías, algunas de sus obras. En el centro de la isla, en San Bartolomé, quedó plasmado su respeto por el pueblo llano y la dura lucha del agricultor en la Casa-Monumento del Campesino (carretera Arrecife-Tinajo). La construcción alberga salas en las que a través de exposiciones y talleres, el viajero puede conocer y adentrarse en el mundo campestre. Todo edificado alrededor de una plaza en cuyo centro vuelve a abrirse un agujero negro para descender a una cueva subterránea que él aprovecha para integrar un restaurante.

Contacto

Localización

Fundación César Manrique, Teguise