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En 'Tidore Food' impera una filosofía sostenible, con brunches y carta a base de producto fresco, local y ético. Si quieres alimentarte sin azúcar refinada ni otro tipo de aditivos este es tu sitio. Este restaurante, que también club de yoga y tienda de alimentos saludables y algunas prendas de algodón orgánico, cuenta con una carta amplia y sabrosa. Los desayunos, a base de bowls dulces y tortitas, o los buddah bowls, como el Tidore -con arroz integral, espinaca, salmón, huevo cocido, aguacate y sésamo con salsa asiática- son buensa opciones para adentrarnos en su mundo.
Los platos de 'Kukla' tienen tantos matices que si no te dicen que son vegetarianos, ni te enteras. De Tel Aviv al Carmen. Ayelet y Ronen, una pareja del Oriente Medio, elaboran una cocina sencilla y sabrosa de su tierra. Situados en el centro de Valencia, cada día sirven pan recién horneado para acompañar su brulée picante con pimientos rojos, su ensalada sabih -con tomate, cebolla picante, berejena frita, mezclum de hojas verdes, huevo duro de corral, picatostes, tahini y salsa de mango- o su shaksuka tradicional -huevos de corral escalfados en salsa de tomate-. Además, se trata de un restaurante apto también para comensales celiacos.
Si os acercáis a 'Fat Veggies', Alex de Mendoza y los hermanos Martini os guiarán al lado más rockero de los vegetales. La calabaza asada con mole verde y el curry de boniato son algunas paradas obligadas en la carta de este restaurante del Eixample barcelonés. En este smokehouse ecológico y orgánico también destacan el risotto de trigo mar y montaña o la coliflor con toques de chocolate blanco. Y una última curiosidad: todo es artesanal, desde las bebidas hasta las salsas, pasando por los encurtidos, los delantes y el logo del local.
Sus cazuelitas de peltre rojo contienen fantásticos hummus, como el de piñones y almendras. En este pequeño y luminoso restaurante entre Chueca y Malasaña también puedes encontrar hojas de parra rellenas de arroz y otros platillos vegetarianos bien condimentados, como el shakshuka balcánico, pero se trata, fundamentalmente de un sitio de hummus, uno de los pocos en Madrid desde que su apertura, en 2015. Tampoco faltan los cócteles, como el Beirut y el Queen of Roses, y los postres típicos de Oriente Medio.
Resultan casi imponentes los HotBowls de 'Mr.Kale', que sacian con solo mirarlos a cambio de muy pocas calorías. El de Salmón Grill, por ejemplo, lleva salmón marinado con teriyaki de tamarindo, quinoa ecológica tricolor, vinagreta de tomate cherry, mix de verduras asadas, hummus de temporada y salsa de mostaza de eneldo. Ingredientes bien elegidos y de primera calidad para dar lugar a unos platos realmente saludables sin pasar hambre. Además, una amplia oferta de zumos, superalimentos (espirulina, matcha, açai gofio, avena, semillas de chía), tostas y diferentes tipos de huevo.
Las vistas al mar desde la terraza de 'Superfood Garden' quizá merezcan desayunar con el abrigo puesto. Todo aquí está pensando al milimetro e incluso las hamburguesas y las cervezas parecen sanas de verdad. Están centrados en el cultivo de microvegetales y quizá es por eso que casi cualquier plato tiene un sabor especial: sopas de varios sabores, wraps veganos, y platos con gambas y salmón de calidad, además de unas pizzas y unos batidos que harán volver al más escéptico. Un regalo para los adeptos a la comida saludable y sostenible.
Patri Serrano y Maitan Aranaz son el alma de 'Mapa Verde' desde 2017. Frente a la playa de Zurriola, este restaurante de cocina vegetariana, casera y con conciencia medioambiental, ofrece platos a precios muy competitivos. El 90 % de su carta es vegana y destacan sus albódngias de quinoa con salsa de manzan al curry, las lentejas ecológica con calabacín al horno, o las tortitas de brócoli y pimientos. A diario cuentan con platos del día, abundantes, variados y que siempre incluyen ensalada, crema o sopa, algún hidrato de carbono y algo de proteína vegetal. Todo casero y con cariño.
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