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Plaza de Toros Vieja

Tarazona, Zaragoza

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No es ni redonda, ni en ella se celebran corridas de toros, sino que tiene ocho lados y se utiliza como edificio de viviendas. Así es la Plaza de Toros Vieja de Tarazona, monumento único en el mundo por su forma y utilidad. Levantada entre estrechas calles, no hay mejor lugar en Tarazona para contemplar la majestuosa figura de este antiguo coso, que el mirador del barrio del Cinto. Desde este lugar, uno de los más altos de Tarazona, podremos comprobar la originalidad de su silueta octogonal y sus tres plantas constituidas por 32 viviendas, habitadas desde su origen que, aún hoy, se han conservado a la perfección. Una vez en su interior, todavía se respira el olor del albero y se oyen los olés a los toreros, que dejaron de sonar en 1870, cuando empezó a funcionar la nueva plaza. Desde el antiguo ruedo podemos ver los dos enormes palcos a los que, como si fueran balcones de teatro, se asomaban los taurinos, desde dos de sus plantas, para poder ver el 'baile' del toreo.

Localización

Plaza Toros Vieja, 50500 Tarazona, Zaragoza