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Nos cuenta Maite Roso que una tabla de quesos debe empezar siempre por una pregunta: ¿Qué tipo de quesos te gustan? A partir de ahí, nos guía por unas pautas básicas: “Empezaría por un cremoso y acabaría con un azul; en medio, dos o tres de pasta cocida, con un toque dulce, y que haya algo de vaca, oveja y cabra para que tenga diferentes texturas y todos los tipos de leche”. Imaginamos nuestra tabla con un Ondare o Bigel -dos de los quesos que elaboran ellos mismos en su quesería de Aia- un Comté, un Idiazabal, un Gouda, para cerrar con algún azul de la zona “porque se están haciendo azules increíbles”, nos advierte.
No es la primera vez que hablamos de ‘ElKano 1 Gaztagune’ en estas páginas, y te animamos a conocer la historia de este proyecto liderado por Iker Izeta, porque solo así logras conectar con lo especial que es. Actualmente están desarrollando nuevos productos de pastas prensadas, como el Karmen, con cuatro o cinco meses de curación, porque persiguen “elaborar algo diferente a lo que se hace en la zona, pero que siga poniendo en valor la leche de oveja local, la latxa”. También trabajan con restaurantes para “aportar emoción a las tablas de quesos locales” y hacen una gran labor de impulso cultural. “Estamos poniendo esfuerzo en dar a conocer quesos locales, porque lo están haciendo cada vez mejor. Nos emociona percibir cómo ha crecido la cultura quesera entre la gente de la ciudad”, nos cuentan.
No nos olvidamos de los regalos, que aquí encuentras en forma de caja. Tienen cuatro prediseñadas, con diferentes temáticas y precios, que se pueden completar con mermeladas, mieles, panecitos, vinos o cervezas de proveedores locales. También tarjetas regalo con el importe que quieras, aplicables tanto en tienda física como online (buena noticia para quienes no vivan en San Sebastián) y una original caja de quesos cortados con la selección y el precio que decidas. Esto último me ha dado una idea… Continuamos con la ruta.
‘ELKANO 1 GAZTAGUNE’. Elkano Kalea, 1, 20004. San Sebastián, Gipuzkoa.
Con una selección de quesos cortados de 'ElKano1' pongo rumbo al barrio de Gros. Misión: hacerse con el vermú de moda en la ciudad. Su nombre es Manuel y es un proyecto de 'Bouiboui Shop' y 'The Grape People' en colaboración con la destilería más antigua del País Vasco. 'Bouiboui Shop', es decir, Nhu-Quynh Nguyen, una joven francesa de origen vietnamita que ha encontrado en San Sebastián el lugar donde emprender su sueño tras dejar atrás una etapa en Londres. “Hemos traído algo diferente a la ciudad y con la tienda online podemos vender al mundo”, nos explica esta enamorada del aperitivo. Tenemos los quesos y el vermú ¿qué más le ponemos a un aperitivo navideño? Lo tiene claro. Unas aceitunas gordal rellenas de naranja y algo deli para dipear con unas mini focaccias.
La tienda es una selección de productos que combinan calidad y diseño, con propuestas venidas de todas las partes del mundo. Chocolates de Bélgica o Irlanda, pastas de Italia, mieles de Francia, una despensa asiática increíble… Mención aparte para su divertidísima colección de salsas picantes. Nos cuenta Nhu que tienen, por ejemplo, una marca belga de salsas que solo utiliza frutas feas que los supermercados rechazan o cosas más “limitadas y experimentales” con ingredientes como café o cacao. También ofrecen producto fresco, como mantequilla ahumada, pastrami o ibéricos. De estos últimos echamos alguno a la cesta de Navidad.
Le preguntamos por otras pistas curiosas para las Fiestas y nos llama la atención una Siracha caramel, que recomienda para marinar carne, y la Bakasco, que es como un tabasco pero con yuzu y caqui, que va de diez con las ostras. También descubrimos una bebida que está muy pegada a la tendencia, un “vino” sin alcohol elaborado a base de uvas e infusiones florales de tilo, flor de sauco y romero, compañero perfecto para platos ligeros y postres. Podemos continuar citando productos y siempre nos quedaríamos cortos. ‘Bouiboui Shop’ merece un buen rato. ¡Ah! Y tienen cajas para diseñar regalos personalizados.
‘BUOIBOUI SHOP’. Trueba Kalea, 4, Bajo Derecha, 20001. San Sebastián, Gipuzkoa.
Las colas de ‘Sagastume’ en Navidad salen de la tienda en la esquina del Boulevard y Legazpi. ¿La clave? La excelencia del producto y el marisco recién cocido. Nos lo cuenta Joseba Jordán, cuarta generación en el negocio: “Tenemos la suerte de tener un cocedero en la tienda, en la planta de abajo. Tenemos el marisco vivo y vamos cociendo según vamos vendiendo. Es lo que nos identifica, lo que nos diferencia”. Nos explica que lo que más se vende en Navidad son los langostinos, “posiblemente lo más común en las mesas”, pero también bogavantes, langostas, nécoras, camarones o bígaros, sin olvidar los percebes. Si hablamos de pescado, la merluza está en primer puesto seguida del besugo y el rodaballo.
Joseba siempre ha estado involucrado en el negocio familiar, que tiene su origen en 1939, aunque se unió a sus padres en el día a día después de estudiar Empresariales. Esto le permitió imprimir una nueva visión, “dar un giro y estudiar otras líneas de negocio” que ayudaran a paliar el preocupante descenso de consumo de pescado que acusamos en España. Dieron el salto digital con una tienda online que vende a toda la Península y Baleares, hace dos años y medio abrieron un restaurante, ‘Lanperna’, y recientemente han desarrollado una gama de productos ya elaborados, como croquetas de centollo o sopa de pescado.
Su producto está en las mesas de ‘Arzak’, ‘Mugaritz’, ‘Akelarre’ o ‘Martín Berasategui’, entre otros, y tiene clientes que vienen de toda la provincia, incluso de Bizkaia. No es de extrañar, las redes sociales están siendo un gran escaparate gracias a contenidos prácticos que comparte. El propio Joseba se coloca delante de la cámara para, por ejemplo, enseñarnos cómo limpiar unas kokotxas. Como son número uno, te recomendamos hacer pedido anticipado durante las Fiestas, tanto para pescados como para mariscos que pueden escasear, como percebes o langostas. Festín, oiga.
‘SAGASTUME’. Alameda del Blvd., 7, 20003. San Sebastián, Gipuzkoa.
Volvemos a Gros para compartir un proyecto que nació hace poco más de tres años. A José Vergarajáuregui le gustaba el vino, pero no sabía cuánto hasta que empezó a probar algo diferente a lo que habitualmente le rodeaba. “Fue un redescubrimiento, un reenamoramiento. Descubrí pequeños proyectos, más interesantes, proyectos con mucho sentido en cuanto a lo ecológico, al modo de trabajar la tierra, a dejar todo un poco mejor de cómo lo encuentras”. Por aquel entonces empezaba de cero y decidió hacerlo en algo que realmente le gustara.
Contactó con pequeños productores, visitó muchas ferias y creó un catálogo de grandes historias. Sin embargo, la tienda llegó de manera casi casual. “Primero comencé a distribuir, después busqué un local para almacenar y encontré un espacio con muchas posibilidades, un punto de encuentro”. Actualmente ofrece su catálogo tanto a cliente final como a restaurantes, con alianzas sobre todo en Gipuzkoa, pero también en Asturias, Madrid o Valencia. El proyecto evoluciona de manera orgánica, pero hay algo que José tiene muy claro: “He decidido que no quiero vender online; lo que me gusta es vender de otra manera porque son proyectos que quiero contar de tú a tú. No se trata solo de etiquetas, es transmisión de conocimiento. Además, se genera un vínculo con el cliente, que vuelve y te cuenta qué le ha parecido el último vino que se llevó”.
Cuando le preguntamos por sus recomendaciones para nuestra compra de Navidad empieza por la tierra, con Sorkin, un txakoli de Makatzak Wild Wines, el único productor natural de txakoli en Getaria. En tintos, confiesa que se ha enamorado de Mallorca, de sus vinos frescos y ligeros, y apunta nombres como Panduro, Eloi Cedó y Cati Ribot. También nos habla de proyectos pequeños en zonas clásicas, como Raúl Bello en Rioja o César Fernández en Ribera del Duero, que producen vinos finos y muy elegantes. Y no olvidamos las burbujas. Muy festivas ellas. Y por partida doble: champagne Chavost -con campos en biodinámico, sin sulfitos ni adicción de azúcar- y los Pét-Nats o ancestrales de Dumenge, Mas Palou y Enlaire Vins.
‘BODEGA KLANDESTINA’. Kale Berria, 18, 20001. San Sebastián, Gipuzkoa.
Dani Luque es de Antequera, aterrizó en Donosti para llevar la pastelería del Hotel María Cristina y acabó abriendo su propio negocio. De esto hace ya cinco años y nada es hoy como lo había imaginado. “Mi idea era abrir un obrador para restaurantes y hoteles, pero llegó la pandemia, me cambió todos los planes y abrí una tienda con lo que tenía. Tuve que aprender (más) a hacer pan y bollería, que no era mi especialidad”. Poco después de abrir todo el mundo hablaba del croissant de Luque.
Estudió para jefe de cocina y, aunque nos cuenta que siempre le gustó la pastelería, su pasión despertó cuando empezó a trabajar en este campo. Ha pasado por Madrid, Málaga, Menorca… por grandes nombres como ‘Club Allard’ o ‘Torralbenc’. Ahora está cien por cien centrado en su establecimiento, en la venta al público y en impulsar su tienda online a nivel nacional, donde ya puedes pedir uno de sus maravillosos panettone. El clásico con limón, naranja y pasas; el de chocolate con leche, chocolate negro y avellana; o el nuevo de tiramisú, que lleva una base de chocolate y café, pensado para “mojar” en un tarro con crema de mascarpone y toffee de café.
Este año también estrenan nuevos roscones, dos versiones de postres exitosos de la pastelería. Uno de tarta de queso con frambuesa y otro de chocolate, avellana y chile. Naturales, sin aditivos, también en tamaño individual. “Todos los años hago cosas diferentes”, apunta Dani, quien continua el recital con los postres. Concretamente con dos mousses: de vainilla, cremoso de toffee, ratafía y plátano y de choco negro con cacahuete y crujiente de barquillo. Cerramos capítulo festivo con los turrones, de chocolate blanco, pistacho y vainilla, del chocolate con leche y almendra y el clásico de yema.
‘LUQUE’. Karkizano Kalea, 9, 20001. San Sebastián, Gipuzkoa
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