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Boquerón de Estena

Navas de Estena, Ciudad Real

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Puede que el nombre nos traiga recuerdos de platos de pescadito frito más propios del sur de la Península, pero en este caso hace referencia a la apertura en forma de gran boca de un estrecho excavado por el río Estena y una de las rutas más transitadas por los excursionistas del Parque Nacional de Cabañeros. Sin embargo, este paisaje manchego sí que tiene algo de marino, recorriendo el camino que discurre desde el pueblo hasta el boquerón seremos testigos de las huellas que un mar prehistórico dejó como recuerdo en los Montes de Toledo. Arenas rizadas como las de las playas, huellas de anémonas en el terreno, el rastro dejado a su paso por gigantescos gusanos marinos o fósiles de trilobites, una especie de cangrejo de la Prehistoria, nos convencerán del pasado marítimo de una zona que ha sido declarada lugar de interés geológico.

Igual de sorprendente será encontrarnos con las torres de Estena, unas formaciones rocosas que obligan a levantar la mirada hacia el cielo, donde podremos encontrarnos mirando directamente a una de las águilas reales o a algún ejemplar de buitre negro que habitan en la zona. El paseo a la vera del río nos permitirá adentrarnos, casi sin darnos cuenta, en tres bosques distintos y respirar un aire que no conoce el significado de contaminación. Un paraíso para los aficionados a la geología o para los que simplemente quieren disfrutar de un espectáculo que la tierra robó al mar hace millones de años.

Contacto

Localización

39.493483, -4.540665