Mirador de Las Escaleras

Fermoselle, Zamora

Qué ver

La enigmática ermita de Santa Cruz nos conduce hacia uno de los puntos más famosos de Fermoselle. Este no es otro que el mirador de Las Escaleras. De camino al mismo, los viñedos y los olivos se abren paso reclamando un territorio en el que antaño Viriato y sus hombres blandieron sus espadas en su cruzada contra los romanos. El sendero se estrecha y la vegetación da una ligera tregua en las inmediaciones de la Casa de los Carabineros, un lugar estratégico en el que se colocaba a la guardia para interceptar a posibles invasores. Los restos de varias viviendas anuncia el fin de un camino que comienza una vez accedemos al mirador, en el que destacan dos enormes pedruscos de granito. Al fondo, el parque natural de las Arribes parece saludarnos. El paisaje es tan espectacular que cuesta describirlo. Las profundas aguas del Duero, camino de Portugal, rompen con la monotonía de un verde que parece eterno. Los sonidos de los numerosos animales que pueblan la zona no logran alterar la calma existente. Águilas, buitres e, incluso, algún halcón, sobrevuelan nuestras cabezas, que no paran de girar en busca del mejor enfoque. La cámara por fin está lista. Tres, dos, uno... Clic. Al fin la estampa forma parte de su memoria interna. De la suya y de la nuestra que tardará mucho en almacenar un lugar de belleza semejante.