Festival Internacional del Cante de las Minas

La Unión, Murcia

El cante andaluz - gritos, dolor, rabia, sufrimiento- vino a La Unión de la mano de los emigrantes que dejaban los campos almerienses para trabajar en las minas de plata. Después de las terribles jornadas, los mineros se echaban un vino y cantaban su desgracia en los cafés del pueblo. La semilla estaba ahí, solo había que regarla. Y eso hizo Juanito Valderrama, cuando en una actuación de 1961 en La Unión, cantó un 'palo' tradicional de Cartagena. Como el público no hacía mucho caso y le pedía coplas, Valderrama advirtió que era un cante de allí y que si ellos no lo cuidaban, desaparecería.
Esas palabras no cayeron en saco roto en algunos oídos. Ese mismo año nació el festival, con un premio que se llamó 'Lámpara minera' y que, poco a poco, se convirtió en 'sagrado' para los flamencos y se fue consolidando entre los aficionados. El cierre de las minas, en 1991, provocó una reacción entre los organizadores, que se lanzaron a su expansión como forma de supervivencia. Ahora es conocido en el mundo entero. Por el festival han pasado todos los que formaron y forman el santoral flamenco y se ha convertido en escuela y evento cultural de gran magnitud. Se celebra en el antiguo Mercado Público –‘Catedral del Cante’- y en la Mina Agrupa Vicenta, escenarios distintos, originales y sugestivos. La Casa Piñón, edificio del Ayuntamiento, acoge todas las actividades paralelas a las musicales y alberga el Museo del Cante de las Minas, un tesoro audiovisual que recoge la historia del festival, del que van ya 56 ediciones.