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Albuñán

Tranquilidad a más de mil metros

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¿Buscan un lugar tranquilo, tradicional, rodeado de naturaleza, en el que puedan olvidar el molesto ruido de la ciudad? Albuñán es sinónimo de todo esto. Sólo les queda pasar y mirar, seguro que después no querrán marcharse, porque este pueblito a más de mil metros de altitud, número que dobla al de sus habitantes, tiene mucho que ofrecer. Cualquier momento es bueno para visitarlo, pero si vienen en junio, podrán viajar en el tiempo hacia el primer tercio del siglo pasado, porque sus habitantes hacen una representación, en la que se visten tal y como lo hacían en aquella época e instalan un mercado en el que venden, a ritmo de fandangos, cereales, como símbolo de una de sus tradiciones más arraigadas, la labranza. Y para profundizar más en esta tradición y en sus costumbres, pueden acudir al Museo Etnológico, en el que se conservan los instrumentos que han ayudado a la población en sus tareas diarias. Tan antigua como las tradiciones es la iglesia de la Anunciación, del s. XVI.