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Elogio del Horizonte

Gijón, Asturias

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Este monumento puede escenificar la continuidad errónea de la eternidad (puesto que nada es eterno).  Realizado en hormigón, está enclavado en un punto álgido del cerro de Santa Catalina. Este hecho se aprecia en su aspecto ligero, como si fuera a ser arrastrado por el temporal y, sin embargo, de material bastante pesado, 500 toneladas aproximadamente, hacen de este abrazo de hormigón una obra cuya observación resulta obligatoria. Desde él se divisa una vasta proporción de agua hasta donde se pierde la vista contemplando el zénit. Una vez en el cerro podrán acceder a una extensión de césped, en el mismo lugar donde los estudiantes repasan la lección o simplemente disfrutan del día y los dueños dejan libres, por un momento, a sus perros para que corran y disfruten sin molestar a nadie. Allá, en lo alto de Santa Catalina tendrán delante un bellísimo paisaje marítimo y detrás una vistas panorámicas de la ciudad de Gijón. No olviden, una vez allí, preguntar a alguien que pase cerca, qué nombre anecdótico le han puesto al monumento de Chillida. Si dan con ello, seguro que les hará pensar mientras descienden a la vuelta por la calle Carmín de la Fontica. 

Localización

43.549129, -5.663086