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Monasterio de Yuso

San Millán de la Cogolla, Rioja, La

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En la Edad Media, el primogénito se lo llevaba todo: el patrimonio, las tierras y la gloria.  Al que venía al mundo después no le quedaba otra que resignarse. Sin embargo, aunque el Monasterio de Suso, en San Millán de la Cogolla, se adelantó en cinco siglos al de Yuso, los tesoros acumulados en este último no desmerecen a los de su hermano mayor. Para empezar, la sala de Códices y Cantorales: una treintena de libros del siglo XVI hechos a mano, de entre 30 y 60 kilos de peso. O su archivo, heredero de antiguo escritorio de Suso, con textos que se remontan al año 759. Por algo San Millán es el lugar donde por primera vez se recogió por escrito la lengua romance, en las Glosas Emilianenses, que también se conservan aquí.

El Monasterio de Yuso se construyó en 1053 por orden de García Sánchez III de Navarra, para albergar los restos de San Millán, a quien el monarca atribuía una intervención providencial en una batalla. La intención era trasladarlos al monasterio de Nájera, pero otro milagro hizo pensar que San Millán quería descansar en su tierra, y así acabó levantándose un nuevo y más monumental monasterio, cerca del viejo y modesto San Millán de Suso. Sin embargo, el edificio que se conserva es hijo de la reconstrucción llevada a partir del siglo XVI, en un inconfundible estilo herreriano. Como un pequeño Escorial plantado en medio de La Rioja. Aunque, en este caso, sería San Milán de Yuso quien podría presumir de veteranía.

Localización

42.325834, -2.864588