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Calahorra

Ciudad bimilenaria con sabor a huerta

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Calahorra y su fertil Vega del Cidacos tienen sabor a los mejores frutos de la huerta española. Llegar a este municipio es adentrarnos en el gran centro socieconómico de La Rioja Baja, en una ciudad que presume de ser bimilenaria por la huella de las múltiples culturas que ha acogido. Todos estos trazos los encontramos en su urbanismo, en sus fiestas y en el carácter de sus gentes. Del importante pasado romano de la ciudad sobrevive una puerta de acceso a la ciudad del antiguo perímetro amurallado de la época romana: la puerta del Planillo de San Andrés. También queda un remoto vestigio del circo romano que aquí existió y que habla de la importancia que tuvo la ciudad, pues un circo era una edificación superior a la de los más habituales teatros o anfiteatros. Un muro romano de mampostería y un canalillo de desagüe son los únicos testimonios de esta edificación, que se ubicó en los alrededores del actual Paseo del Mercandal. El Museo de la Romanización que existe en la ciudad es una magnífico espacio para aprender sobre cómo eran aquellos tiempos en esta villa, con múltiples objetos descubiertos en yacimientos y excavaciones. La catedral de Santa María de Calahorra, a caballo entre el barroco y el neoclásico, y las iglesias de Santiago, San Francisco y San Andrés son otros puntos de gran interés turístico.