Carnaval de Rota en Rota

Como si de modernos juglares se tratase, los roteños empiezan las celebraciones de su adorado Carnaval, cantando para el público que los escucha, entre sonrisas y muestras de asentimiento, mientras degusta una ración de pescaíto frito de la Bahía. Es una fiesta predominantemente callejera en la que cualquier momento es bueno arrancarse a desvelar el contenido de sus composiciones musicales. Ejecución pública es el término humorístico que usan los miembros de la Chirigota Callejera Ilegal de Rota para anunciar que interpretarán su repertorio de cuplés irreverentes contra viento y marea. Su buen hacer es el preludio a los pasacalles, que partirán de la Mina Chica en dirección al lugar donde se dicta el Pregón de Carnaval. Los niños son los protagonistas de las celebraciones: cuentan con su propio pregonero, un pasacalles a su altura y, además, sus disfraces y gorros carnavaleros centran todas las miradas. Si hay algo que comparten con los adultos es la expectación que les produce la coronación de las Sirenas y Neptunos de las fiestas, que deben estas dispuestos a cantar y bailar sin descanso. Sin olvidarse de hacer la parada reglamentaria para escuchar las magistrales composiciones de las Agrupaciones de Chirigotas, que compiten en ingenio en el auditorio Alcalde Felipe Benítez. La diversión convive con la solidaridad en la fiesta del Mercado Central, donde las agrupaciones actúan para reunir comida con fines benéficos. El broche final es el Entierro del Jamón, un pasacalles que recorre Rota anunciando que los tiempos de recogimiento están a punto de comenzar.