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Cádiar

Agua y vida en La Alpujarra

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Como dijo el escritor Gerald Brenan, Cádiar es el ombligo de la Alpujarra granadina, porque está en todo su centro. Dicen en por aquí que sus fuentes “no son sublimes ni monumentales, pero sacian a todos los viajeros que beban de sus caños”. Aunque hace años había más, distribuidas por todo el pueblo, aún hoy podemos encontrar muchas en sus calles y plazas, entre las que está la de la Placeta del Prado, la más antigua del pueblo a fecha de hoy, en la que, para beber de ella, es necesario bajar por unas escaleras de piedra. Pero Cádiar es mucho más que sus fuentes, tan preciadas siempre. Los molinos hidráulicos dejaron de usarse en esta comarca según avanzaba el s. XX, pero en Cádiar funcionan todavía hoy. Cerca del río Guadalfeo aún podemos ver estos edificios de varias plantas, con el molino en la inferior y, encima, la vivienda del molinero. Sus edificios, tanto religiosos como civiles, dan cuenta de su prestigio durante el s. XVIII, con su iglesia de Santa Ana, edificios señoriales como el actual ayuntamiento o la posada o mesón de “El Cojo”, el edificio de uso civil más antiguo de este municipio que, sin duda, merece unos segundos de atención sobre sus dos alturas y su gran frontón en lo alto. Cádiar es un bonito enclave dentro de La Alpujarra, que combina unas espectaculares vistas y paisajes con un hermoso patrimonio.

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