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Hondarribia

Rara avis guipuzcoana con vestigios de una antigua muralla

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Hondarribia, en la desembocadura del río Bidasoa, es la única ciudad amurallada de Guipúzcoa y sería impensable visitar esta localidad sin pasear por su casco histórico. Sorprende, estando en el País Vasco, el dibujo originario de sus angostas calles adoquinadas, con ese aire medieval tan característico de otras latitudes. De la antigua muralla han sobrevivido dos puertas, la de Santa María y la de San Nicolás, además de otras edificaciones como el Cubo de Santa María, el Baluarte de la Reina, la Fortificación de San Nicolás y el Bastión de Santiago.

La calle Mayor es la arteria principal del municipio y buen punto de partida para descubrir referencias arquitectónicas de gran importancia como la Plaza del Obispo, el Palacio de Casadevante y la Iglesia Parroquial de Santa María de la Asunción y del Manzano, de estilo gótico con elementos renacentistas. El Castillo de Carlos V es otra referencia esencial de Hondarribia. Era a la vez castillo y palacio. Contaba con seis plantas y desde hace ya tiempo se reconvirtió a Parador. Saliendo de la ciudad amurallada se encuentra el Polvorín, levantado en el siglo XVII. La estructura encierra una bóveda, de cantería, y actualmente alberga el Centro de Interpretación de la ciudad amurallada. Fuera también de la antigua muralla encontraremos el Barrio de la Marina, típicamente pescador, con numerosas casas tradicionales de vivos colores y llamativos balcones.