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Langreo

Las minas y el Nalón

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De paseo por sus calles, el visitante no puede apreciarlo, pero el río Nalón cruza Langreo como una cicatriz verde oscura, de medio a medio. Pero más que una señal del pasado es una mina para el presente, puesto que en el concejo se saca mucho partido a la producción de carbón que lleva el río, amén de la atracción que despierta el tren del Ecomuseo Minero Valle de Samuño. Numerosos pozos mineros siguen el curso del Nalón a lo largo del concejo de Langreo (está integrado en el Paisaje Protegido de las Cuencas Mineras), pero su espíritu industrial también está muy presente en la capital homónima, concentrada en el cultural distrito de La Felguera. Aquí es de obligada visita el Museo de la Siderurgia, donde se ha habilitado en una torre de refrigeración una exposición con mucha historia y referencias, prueba de que Langreo también se sustenta de materiales ya tratados. También destacan viviendas y antiguas fábricas, el Mercado de Abastos o el conjunto artístico del Parque Dolores Fernández Duro, junto al cual se levanta la iglesia de San Pedro. 

El patrimonio religioso requiere un recorrido por el resto del concejo, que nos sorprende con el Santuario de la Virgen de Nuestra Señora del Carbayu y su magnífico retablo en forma de cruz griega o la monumental iglesia de San Esteban de Ciaño, parroquia que también acoge la casona palacial de la Buelga y la casa y torre de la Quintana, dos ejemplos del importante arsenal civil que atesora. Y, además, Langreo es un lugar de espíritu abierto y paladar curioso, donde un plato atípico en la zona como los callos goza de gran éxito. Si aún quedan más ganas de disfrutar de la gastronomía, hay que fijar la visita para septiembre y no perderse las Fiestas de Nuestra Señora de El Carbayu, donde, además de verbenas, se puede gozar de una romería como las de antes, las de toda la vida, con un ambiente musical plenamente asturiano.