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Paderne

Equilibrio entre naturaleza y arte

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La naturaleza alcanza en Paderme un equilibrio con lo artificial pocas veces visto. Aquí, donde a veces es difícil distinguir lo realizado por la mano del hombre de lo que siempre estuvo ahí, las iglesias románicas salpican las parroquias convirtiendo en algo cotidiano lo extraordinario en otros lugares. Aquí, la historia ha ido dejando guiños para la posteridad como el sepulcro de Santiago de Adragonte, el Ídolo Fálico o los diferentes cruceiros, todo a orillas de la ría y del océano, que deja ver sus playas -A Xurela o Abelleira- cuando la marea decide retirarse. Tierra de leyendas, puentes, caminos que siempre terminan en Santiago y agua, sobre todo agua, gracias al Lambre y al Mandeo. No se necesita nada más.

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