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Colegiata de Santa María de Roncesvalles

Orreaga/Roncesvalles, Navarra

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Entre los montes pirenaicos, y en medio de un paisaje de postal, se encuentra la colegiata de Santa María de Roncesvalles. Majestuosa, soporta estoicamente el frío y mira desafiante, segura. Ni siquiera la densa niebla, compañera habitual de estos parajes, es capaz de ocultar esta maravilla del siglo XIII. La nieve copa sus tejados y resbala con tranquilidad por cada centímetro de su empedrada fachada. Ambas se conocen y forman un gran equipo. Arte y Naturaleza se entremezclan dando lugar a una simbiosis perfecta. Nido de leyendas, la colegiata presume de estilo. Gótico, no puede ocultar sus flirteos con el estilo francés. De piedra caliza y planta basilical, cuenta con tres naves. Una de ellas, la central, es bastante más ancha que sus homólogas. Las columnas tienen forma circular. En lo alto, cinco enormes ventanales dejan pasar tímidamente la luz que se cuela por sus bellas vidrieras. En su interior, próximo al altar mayor se encuentra la Santa que da nombre al templo. Tallada en madera con elementos platerescos, es un auténtico regalo para la vista. La planta del claustro, que da acceso a la sala capitular, tiene forma de cuadrado y en él destaca una pila bautismal y varios nichos, cuyas almas tienen una misión clara: proteger a la reina del Pirineo.

Localización

Real Colegiata de Santa María de Roncesvalles, N-135, 47, 31650 Roncesvalles, Navarra