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Iglesia de Santa María la Real

Sangüesa/Zangoza, Navarra

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El refranero popular dice que “la esencia fina viene en frasquito chico” y bien se le podría adjudicar a la iglesia de Santa María la Real de Sangüesa, pequeña pero con muchísima esencia. No hay más que plantarse en su pórtico románico para comprobarlo. Por la cantidad de ornamentación y abundancia de figuras parecería que estamos ante un retablo, cosa imposible porque nos encontramos en el exterior y todo es piedra. Un Cristo juzgador, apóstoles, la Virgen, salvados y condenados, máscaras del infierno… nos van contando, a través de arcos, el Juicio Final. En otros podemos ver obispos, peregrinos, juglares, guerreros … que nos adentran en la vida y costumbres de la Edad Media. Escenas del Antiguo y Nuevo Testamento se van sucediendo, hasta llegar, con sorpresa, a ver cómo diversas figuras nos relatan la famosa leyenda nórdica de Sirgud y el herrero Regín. Entre el abigarramiento de figuras, el escultor tuvo tiempo de poner su rúbrica, Leodegarius, en el libro que sujeta la virgen María. 

Para los sangüesinos esta iglesia, construida entre los siglos XII y XIV, es la joya de su ciudad, no en vano fue declarada monumento nacional en 1889. El interior conserva un bello retablo plateresco de tres pisos que guarda la imagen de la Virgen de Rocamador, bajo una monumental cúpula. No deje de admirar la custodia procesional de plata, del siglo XV, una de las más antiguas de España y la imagen románica de la Virgen de la Nora situada en una capilla, bajo el coro. 

Contacto

Localización

Calle Mayor, 1, Sangüesa