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Si cedes a la tentación de quedarte en casa, dentro de nuestros hogares las indicaciones son sencillas: aire acondicionado o ventiladores, bajar las persianas y rodearte de plantas (purifican el aire y descienden la temperatura). Sin embargo, el verano invita a salir y hay lugares por toda la ciudad que pueden permitirnos seguir disfrutando sin morir asfixiados.
Como protección contra el calor es una obviedad decir que las actividades que incluyan agua son un must. Pero si no eres muy amigo de las piscinas públicas, puedes visitar las ubicadas en las azoteas de los hoteles más top de Madrid o Barcelona, por ejemplo, y olvidarte de los 40 grados a la sombra con mucho estilo. Si aún así, prefieres huir de la ciudad, aquí te contamos dónde bañarse en la Comunidad de Madrid.
La piscina del Hotel Ohla Eixample en Barcelona.
Viene de antiguo, aunque algunos sean relativamente nuevos, y aún así el cine de verano sigue siendo uno de los mejores refugios estivales. Han evolucionado hasta tal punto de convertirse en un planazo nocturno para picar y tomar algo -ya no hace falta llevarse el bocata de casa- mientras ves algunos estrenos, novedades del año o algunos clásicos, dependiendo del cine. Los hay de todo tipo, desde los que preparan en las piscinas de los pueblos o las playas de muchas ciudades de la costa; hasta los que colocan de forma temporal en los barrios; o los ya archiconocidos por su ubicación, calidad y continuidad, como Cibeles de Cine o Fescinal en el Parque de la Bombilla de Madrid. Y todo envuelto en esa nostalgia de la infancia con varios grados menos de temperatura gracias al entorno o al aire acondicionado.
Para huir del calor nada como unas buenas construcciones de siglos pasados para descubrir el frescor de los sitios bien aislados. Respetando las horas de culto y siendo consciente del lugar en el que se está, hay catedrales que incluyen visitas guiadas o audioguías para que tu entrada pueda ser mucho más que una huida del calor. Para que lo aproveches al máximo, y si no estás con ganas de escuchar a nadie, recuerda que en Guía Repsol ya hemos contado los secretos de muchas iglesias y catedrales. ¡Aprovéchalo!
El Prado o el Thyssen en Madrid; el Guggenheim en Bilbao; el Picasso o el de Historia en Barcelona; entre otros muchos por toda España son apetecibles en cualquier época, y una elección mucho más que refrescante contra el calor. Pocas ciudades hay en España que no presuman de museo, aunque sea pequeña la ciudad y/o el museo. Suelen estar muy bien acondicionados y mientras uno disfruta de sus colecciones puedes olvidar las altas temperaturas. Además, las exposiciones temporales continúan durante el verano y compiten entre ellas para animar a los visitantes que apuestan por las grandes urbes.
El patio interior del Museo Frederic Marès en Barcelona, un oasis.
Varios museos ofrecen visitas nocturnas gratis, como el Prado el primer sábado de cada mes o el Thyssen todos los sábados de 21 a 23 horas; otros, como el Museo de Ciencias Naturales, incluso dan la oportunidad de dormir allí. Todas buenas oportunidades para huir del calor diurno. Varios museos ofrecen visitas nocturnas gratis, como el Prado el primer sábado de cada mes o el Thyssen todos los sábados de 21 a 23 horas; otros, como el Museo de Ciencias Naturales, incluso dan la oportunidad de dormir allí. Todas buenas oportunidades para huir del calor diurno.
Y, como consejo extra, apunta el Círculo de Bellas Artes en Madrid, donde se por segundo año consecutivo han convertido su Salón de Baile en un espacio especial para combatir el calor.
Las tiendas son el refugio más sencillo de encontrar y que no requiere ni planificación ni reservas. Sin embargo, en Guía Repsol no vamos a recomendar cualquier lugar. Si vamos de compras, al menos que merezca la pena. Las tiendas de los museos se han convertido en auténticas boutiques muy molonas para llevarse un recuerdo de la visita o simplemente un detalle único y original. Aquí tenemos una selección de Barcelona y Madrid. En la capital, no dejes de pasar por los barrios de Las Salesas, Malasaña o La Latina, entre otros.
Detalle de artículos de la tienda del Museo Picasso de Barcelona. Foto: Manu Mitru
Tenemos una buena lista de librerías que han optado por diversificar el negocio apostando por una cafetería en la que ofrecen incluso una carta interesante para comer mientras nos enfrascamos en nuestra última adquisición literaria o mirando y soñando con los libros que llevaremos a la playa. Y siempre en establecimientos bien climatizados y rodeado de buenos vinos y libros, como el caso del casi recién estrenado 'Espacio Late'. Aquí te dejamos otros de Madrid y Barcelona. Y un extra maravilloso sobre lugares en los que leer en Barcelona, porque cualquiera de ellos funciona perfectamente como guarida contra el calor.
Las librerías son un refugio perfecto para huir del calor y perder la noción del tiempo.
Mucho más que una protección contra el calor, el teatro es la evasión de la rutina diaria, del ajetreo de la urbe y, por supuesto, del posible aburrimiento. Las programaciones de la mayoría de las ciudades están pensadas para todos los públicos, y que puede ser el mejor plan para la familia, la pareja, los amigos o uno mismo. Y aunque el teatro es perfecto para cualquier época del año, este agosto, si lo que te apetece es reírte, con The Opera Locos (Yllana) lo pasarás en grande en el Teatro CaixaBank Prícipe Pío en Madrid, cuyo suministro de electricidad 100% renovable corre a cargo de Repsol.
También con Repsol, tienes la oportunidad de ganar entradas para espectáculos, como ya hiciera con Mamma Mía en Bilbao, que se estrena el próximo 23 de agosto. Para acceder a estos sorteos, solo tienes que ser cliente de Waylet y usar su app.
Los parques son perfectos como refugios climáticos gracias a la sombra de los árboles y la humedad que bajan los grados del termómetro. Muchos parques urbanos funcionan como espacios nocturnos para encuentros entre amigos, montar un pícnic o escuchar música. Los hay de todos los tamaños y formas, dependiendo del lugar y la ciudad, pero los que más apetecen son aquellos que están llenos de fuentes, que disponen de algún lago para darte un paseo en barca (como El Retiro) o chorros para refrescarse (como los de Madrid Río) o simplemente árboles bajo los que sentarse y disfrutar de la preciada sombra.
El agua y la vegetación de los parques son un buen refugio.
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