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Jordi Cruz.

"Si fuera aspirante a MasterChef prepararía un plato sincero, elaborado y creativo"

Entrevista a Jordi Cruz

Actualizado: 18/07/2015

El cocinero, tres Soles Repsol, muestra su faceta más televisiva en la tercera edición de MasterChef mientras pone en marcha nuevos proyectos como abrir un cuarto restaurante y un gimnasio. Hablamos con él sobre ellos y sobre sus aficiones viajeras y gastronómicas cuando se quita la chaquetilla.

MasterChef ha llegado ya a la tercera edición, ¿sigue la emoción del primer día?

El formato siempre es similar pero al final hay tanta gastronomía, tantos cocineros, los aspirantes nos dan tanto, que hay singularidad suficiente para que todo el mundo aprenda cosas de cocina y a la vez se lo pase bien, porque es un programa de televisión y la gente se lo tiene que pasar bien.

Si fuera aspirante de Masterchef, ¿qué plato prepararía para conseguir que el jurado le aceptara como concursante?

Cada persona, en su nivel de cocina, tiene que hacer lo mejor que sepa hacer teniendo en cuenta que te tiene que salir perfecto. Hay que tener en cuenta que cada temporada, cada época del año, tiene un plato ideal, por eso los productos a trabajar los marca mucho la temporalidad. Yo habría hecho, con los productos de esos días, un plato sincero y elaborado, más o menos creativo, lo mejor que yo supiera hacer. Al final éste es el secreto para triunfar en la cocina.

Podríamos decir que hay dos Jordi Cruz, el de detrás de los fogones pero también el de delante de las cámaras, ¿con cuál te quedas?

Yo me quedo siempre con el que es cocinero, el que está en la cocina, que es mucho más tranquilo, un profesional al que le gusta mucho su oficio y lleva 22 años dedicándole la vida. Al final el que está en la televisión es alguien que está hablando de su oficio, que tiene la responsabilidad de divulgarlo y a la vez trasladar esa presión que hay en la cocina de todo restaurante profesional a los aspirantes. Nosotros somos ese referente, que les transmitimos toda esa presión, ese rigor que a la vez intentamos enseñarles. El Jordi más real es el que está en la cocina, el que está en la televisión entiende que tiene que, no es que tenga que hacer un papel, pero sí transmitir una presión y quizás ser un poco más duro que el que está en la cocina.

Y después de tanto trabajo, ¿te queda tiempo para algún proyecto nuevo?

Además de llevar la cocina de mis tres restaurantes y la gastronomía de 4 hoteles, en el primer trimestre de 2015 sacaré dos libros de cocina, uno de ellos ya está a la venta, el de Masterchef, y otro de recetas. A ello se suma un nuevo restaurante, del que todavía no está decidido el nombre y la apertura de un gimnasio que vinculará entrenamiento y salud con alimentación.

¿Cuál es el plato que preparas a tus amigos cuando cuelgas la chaquetilla?

Si estoy con amigos en casa o algún sitio tranquilo, o intento llevarlo muy preparado del restaurante o intento hacer platos de producto, que sean sencillos y ricos, porque interpreto que quiero estar con mis amigos. Hago, por ejemplo, una buena pieza de carne asada o un buen marisco en un pis-pas. También puedo llevar algo preparado pero normalmente elijo elaboraciones que estén muy ricas pero con poco trabajo, porque quiero disfrutar de mis amigos.

¿Hay algún producto fetiche que siempre tengas en la despensa de casa?

Sí claro, todo cocinero o persona a quien le guste cocinar debe tener la sal, la pimienta y un buen aceite de oliva. Por cultura, yo me quedo con el arbequina, que es el que históricamente siempre he catado y es el que tengo más experiencia porque lo he trabajado toda la vida. También hay que tener productos no perecederos que te pueden sacar de un apuro, desde una salsa de soja, buenos arroces, buenas legumbres, cosas que no se estropean y que te sacan del atolladero o te ayudan a aromatizar los sabores, como unas especias.

¿En qué hotel te hubieras quedado indefinidamente y por qué?

Más que vincularme a un hotel, me vinculo a ciudades, como Barcelona o Donostia. En Donostia, en La Concha, hay hoteles muy bonitos que te invitan a la reflexión, a estar tranquilo, a comer bien, porque tienes buenos amigos… porque hay buenos cocineros en pocos metros. Un hotel de esa zona sería una elección segura.

¿Qué no falta en tu maleta cuando viajas?

Pocas cosas suelo llevar, soy una persona muy austera. Siempre llevo un neceser bonito, unos buenos pantalones, montones de zapatillas y buenas camisetas, y siempre una chaquetita. Siempre dejo espacio para comprar cosas, libros. Me gusta mucho la historia y la ropa y me gusta comprar cosas de cada sitio, no cosas turísticas pero sí del lugar.

¿Cuál es el restaurante al que sueles ir como cliente?

No hay un mejor restaurante, a los que nos gusta comer, nos gusta comer de todo. Hay momentos para comer un menú degustación genial o comer una buena ensalada en un vegetariano o incluso comerte una hamburguesa en un burguer. Yo tengo una paleta muy amplia de colores y gustos para restaurantes, me encantan los asiáticos, los marroquíes… hay momentos para una buena chuleta en un asador o sencillamente para tomar un buen vino con unos quesos. Al final lo interesante es conocer muchos sitios para saciar las apetencias que puedas tener en un momento dado. Al margen de ello, a nivel gastronómico, por ejemplo, si me dices Girona te diré Can Roca, si me dices Madrid te diré Diego Guerrero… lo importante es conocer.

Con una agenda tan apretada, ¿a qué rincón acudes a desconectar?

Estoy en la parte alta de Barcelona, en la Avenida del Tibidabo, y tengo muy cerca el Tramvía Blau que me sube al restaurante Mirablau, un sitio para tomar una copa desde donde ves toda Barcelona, un sitio precioso. Y si te pilla de día, un domingo por la mañana, la carretera de las Aigües es ideal para hacer deporte, con Barcelona a tus pies. Es un sitio perfecto para poder respirar tranquilo –pese a la contaminación de la ciudad- es un sitio genial. Para mi que soy de interior, de Manresa, y tengo campo alrededor, esa zona de Barcelona me parece un sitio perfecto para estar rodeado de naturaleza.