{{title}}
{{buttonText}}
Bonito en conserva.

Para que las comas donde quieras

Ideas fáciles con bonito en conserva

Actualizado: 26/07/2015

Ya sabemos que en España somos grandes consumidores de conservas y es que en nuestro país se toman (y producen), casi con total seguridad, las mejores del mundo. Son una buena salida para cuando nos dé pereza cocinar, para esa noche en la que aparecen amigos en casa sin avisar o, mejor, para los días en que comienza el calor, salimos a los parques y comemos al aire libre. Para estos momentos, las latas se convierten en nuestro mejor aliado. No hay más que abrir y servir, pero desde aquí proponemos algunas opciones con bonito del norte en conserva en las que parecerá que han utilizado algo más que un abridor.

Compartir

Arrancamos con una receta muy casera, que a todos nos recordará a la infancia, y que se puede tomar fría: los huevos rellenos. Esta vez, sin embargo, vamos a prepararla de manera diferente. Mezclamos el bonito con mostaza, salsa perrins, mayonesa, una anchoa picada, albahaca fresca, cebollino, alcaparras y la yema cocida. Con esta pasta rellenamos los huecos de las claras y listos para meter en el tupper. Si, además, la mayonesa la elaboramos con el aceite de la conserva conseguiremos, por un lado, un sabor característico y, por otro, una manera de ahorrar en aceite. De aquí en adelante, todas las recetas de este artículo que se tomen con mayonesa serán con esta preparación.

Huevos rellenos de bonito.
Huevos rellenos de bonito.

Una ensalada fría de pasta o arroz (intentando cocer ambos productos al dente, para que el resultado no sea muy pastoso) con cebolleta (más suave que la cebolla y más ligera para tomar en crudo), aceitunas negras, tomate pelado y maíz es perfecta para compartir. Pero si quizás nos parece que la receta es harto conocida, podemos probar a hacerla con quínua, el superalimento de los Andes, y un aliño algo cítrico, usando limones o vinagres aromatizados. Otra opción es la Niçoise, con origen en Niza, una ensalada de patatas, lechuga, judías cocidas, tomates, cebolla, huevo duro, albahaca, anchoas y aceitunas negras, con una vinagreta de cebollino, mostaza, ajo y perejil.

Ensalada de pasta con bonito.
Ensalada de pasta con bonito.

Otra opción es llevar un par de aguacates, abrirlos por la mitad, hacer unos cortes con un cuchillo y rociarlo con aceite, vinagre, sal y pimienta. Sobre la pieza, un pequeño puñado de bonito en conserva. El modo de tomarlo es a cucharadas, como si fuera un yogur o un kiwi.

Empanadas y empanadillas de bonito rellenas con la conserva, tomate frito (elaborado con la receta española del sofrito) y huevo duro darán mucho trabajo previo, pero a la hora de comer la tartera quedará vacía en pocos minutos. Más simple es la clásica tortilla francesa (recomendamos añadir un chorrito de leche a la mezcla de huevo) con bonito, que podremos tomar sola o entre dos rebanadas de pan untadas con tomate; pan, tomate y atún es una combinación que, al igual que la tortilla, nunca falla ni para pequeños ni para mayores así que no piensen que poca elaboración es señal de algo simple.

Sabiendo combinar bien los ingredientes, con una lata podemos crear numerosos platos.
Sabiendo combinar bien los ingredientes, con una lata podemos crear numerosos platos.

Podríamos comparar nuestra francesa con la frittata italiana, pero si además la hacemos de pasta nos ayudará a utilizar las sobras del día anterior y a quedar bien con los invitados. Huevo, cebolla y ajos (previamente fritos) y atún se mezclan con pasta ya cocida (de aquí las sobras) y se cocina todo en una sartén como si de una tortilla de patatas se tratase, con sus vueltas incluidas. A su favor tiene que se puede partir en pequeñas porciones ideales para tomar con las manos.

El pan ya ha entrado en juego, y es que en España somos grandes aficionados a este producto aunque, curiosamente, nos encontramos entre los que menos lo consumen de toda Europa. Ya sea sándwich o bocata, podemos rellenarlo con la mezcla que nos sobró de los huevos rellenos; con una pasta de pepinillo, cebolleta y alcaparras aliñada con mayonesa y mostaza; con tomate seco y aceitunas negras; con una mezcla de bonito, queso mascarpone y miel en pan de focaccia; o (y aquí va otro clásico) de bonito y pimientos. Pedazos de manzana y rabanitos picantes pueden ser ingredientes adicionales. Por otro lado, si queremos prescindir del pan también podemos rellenar unos piquillos con el pescado desmenuzado y un puntito de tomate frito o alguna salsa que nos guste para que el interior no quede demasiado seco.

Sandwich de ensalada de bonito, un clásico que no pasa de moda.
Sandwich de ensalada de bonito, un clásico que no pasa de moda.

También es posible preparar pequeñas hamburguesas con bonito en conserva. Mezclándolo con zanahoria, cebolla, perejil, cayena (y especias de manera opcional) y pan rallado formamos una buena masa que, en porciones, iremos pasando por la plancha. Tres minutos por cada lado serán suficientes y su sabor no desmejorará si se toman en frío.

Mini hamburguesas de bonito
Mini hamburguesas de bonito

Como último apunte, una manera sencilla y muy rápida de disfrutar del bonito en conserva es mezclándolo con salsa de soja o teriyaki. Si además lo tomamos con palillos, podremos engañar a más de uno asegurando que es una auténtica receta japonesa. Esta misma preparación podemos incluirla en un rollito de sushi, envuelto con alga nori e interior de arroz, aguacate (o mango) y un pellizco de queso de untar.

Es un ingrediente imprescindible en las recetas japonesas
Es un ingrediente imprescindible en las recetas japonesas

La Guía de Alimentos y Bebidas recomienda: bonito del norte en aceite de oliva Frinsa, alcaparras Coquet Gourmet, aceitunas negras Empetrel, pimientos del piquillo La Catedral y tomate al natural Conservas Cachopo.