Arroz, agua, aceite y azúcar. Solo cuatro ingredientes para hacer un postre de arroz que dejará con la boca abierta a tus invitados. Los pasteles fritos de arroz (zong bao)son unos bocados sorprendentes que sacan el lado más goloso de los asiáticos. Son muy típicos de los mercados chinos donde envuelven el arroz en hojas de bambú antes de hervirlos. Después se echa en aceite caliente para que el pastel se vuelve dorado y crujiente, y se sirven con azúcar al gusto.
Preparación de Pasteles fritos de arroz
Poner el arroz en un cuenco y cubrirlo con agua que le sobrepase 5 centímetros. Dejar en remojo unas 8 horas o desde la víspera.
Echar el arroz con su agua y 300 ml de agua más en un cazo o cazuela y acercar al fuego. En cuanto rompa el hervor bajar el fuego al mínimo, cubrir con una tapadera que ajuste y dejar en cocción 40 minutos.
Untar con el aceite un recipiente cuadrado de unos 15 cm de lado o equivalente ayudándose de un papel de cocina.
Echar encima el arroz aún caliente y aplastarlo bien con una espátula para comprimirlo todo lo posible. Colocar encima film plástico alimentario y comprimirlo más con una espátula grande. Dejar enfriar a fondo.
Volcar sobre una tabla la masa de arroz obtenida y fría. Cortarla en cuadrados de 5 cm de lado.
Calentar el aceite de fritura y freír los cuadrados. Escurrir de grasa y espolvorear con azúcar.
Servir con más azúcar para que cada uno unte su pastel de arroz y lo endulce a voluntad.
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