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Els Encantats

Espot, Lleida/Lérida

Érase una vez dos cazadores que, ansiosos por capturar un rebeco, se adentraron en la montaña leridana, burlándose de la gente devota que había acudido a la romería de San Mauricio. Como consecuencia de su mala acción, ambos quedaron petrificados y condenados a mirar el bosque y a sus habitantes para siempre. Esta leyenda da nombre a los dos picos que se elevan a más de 2.700 metros dentro del Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici y al que han prestado su silueta. Conocidos como el Pequeño y el Gran Encantado, ambos están separados por una impresionante garganta de esas que da vértigo con solo nombrarla. Verlos reflejados en el lago San Mauricio, que se encuentra a sus pies, es un espectáculo digno de recordar; pasar el día en el bosque que los rodea, una experiencia que hace perder la noción del tiempo -solo el lento discurrir del sol nos dará cuenta de los minutos que pasan-. Los más aventureros tienen la posibilidad de escalar estos riscos y, una vez arriba, sentirse los dueños del mundo.

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