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Ojos del Guadiana

Villarrubia de los Ojos, Ciudad Real

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Cuando se atraviesa la carretera de Villarrubia de los Ojos hacia Daimiel, pueden pasar desapercibidas algunas pequeñas lagunas que humedecen los campos de cultivos. El Quijote quizás no tendría dudas. Podría asegurar que contempla un gran río, mientras que los incrédulos únicamente observarían grandes charcos. Tiene razón el caballero de la Triste Figura porque ese agua es la esencia misma de La Mancha Húmeda. A veces, el líquido cristalino aparece sin previo aviso, otras muchas se vuelve invisible. En estas tierras, el gran río Guadiana se esconde en las profundidades como si fuera la más tímida de las corrientes. No obstante, en determinadas ocasiones es posible intuir su presencia en la superficie a través de las fuentes. Por ellas, vuelve a brotar en función de la situación del acuífero 23, uno de los más grandes de España. Pese a que se secaron en la década de los 80, desde hace unos años el ecosistema empieza a recuperarse. Hasta el momento, las mayores lagunas se han visto junto al molino de Zuacorta. El turismo fluvial por la comarca tiene otro de sus puntos claves en el parque recreativo del río Cigüela, rodeado de pinos y olmos. En la localidad de Villarrubia, el Guadiana empieza a abrir sus ojos.

Localización

Molino de Zuacorta, Villarrubia de los Ojos