Parque Nacional de Timanfaya

Tinajo, Palmas, Las

Qué ver

Los dragones sí existen. La sombra de Smaug, que aparece en la novela El Hobbit, ha sido vista en un lugar de fantasía de la isla de Lanzarote. El legendario animal parece que ha establecido su hogar en uno de los paisajes volcánicos más representativos que los humanos conocen: el parque nacional de Timanfaya. Se extiende con fuerza por las tierras de Tinajo dando lugar a un contraste de colores. Ocres y rojos combinan sus tonalidades hasta llegar al gris o negro hasta que finalmente se mezclan con el frío azul del océano. En el parque caben todos los colores del mundo que han dado personalidad a sus cráteres, mares de lava, tubos volcánicos e incluso géiseres, que expulsan vapor a una temperatura superior a los cien grados. Calor único. Este entorno, que recuerda en ocasiones a la luna, ha sido labrado exclusivamente por volcanes. Primero, estas formaciones escupieron fuego durante seis años para, más adelante y en una segunda fase, seguir decorando un territorio que parece ajeno a la Tierra. Sobrevolando el paisaje a lomos del dragón, se vuelve imprescindible apreciar el Tinguatón desde las alturas. A ras de suelo, un sinfín de propuestas permitirá descubrir un paisaje que regala al visitante miles de sensaciones. La Ruta de los Volcanes, el mirador de la Montaña Rajada, el restaurante del Diablo, que consigue superar las extremas temperaturas del subsuelo, o el centro de visitantes Mancha Blanca. Todos ellos se convierten en ideales sugerencias para pasar las horas, los minutos, los segundos. Hoy, está dormido y no ruge. El territorio preferido de los dragones, Timanfaya es testigo silencioso del enorme poder que atesoran los volcanes.