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Ermita de Los Dolores

Tinajo, Palmas, Las

¡Milagro! Dice la leyenda que una cruz fue la encargada de desviar la lava que se extendía por la isla tras la erupción del siglo XVIII, que duró seis años. Más tarde, se produjo la aparición de la virgen a la pastora Juana Rafaela para revelarle la necesidad de construir una ermita en ese lugar. Debido a estos fascinantes hechos, los vecinos levantaron el pequeño templo de Los Dolores. Exactamente en el mismo lugar en el que paró la lava. La sencilla ermita de rasgos isleños refleja en sus muros su blancura y sencillez, pero también se convierte en un canto a los enigmáticos volcanes tan presentes en Lanzarote. Su puerta y óculo aparecen engalanados con piedra volcánica como si fuera un intento de transmitir la esencia de estas tierras a través de la fe. En su interior, despliegan sus encantos tres imágenes de la virgen. Al abrigo del monumento, las típicas construcciones de fachada impoluta se agolpan en torno a un espacio religioso cercado por un paisaje de tonos ocres y negros. La ermita de Los Dolores integra la fuerza de la Naturaleza en sus blancos muros.

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