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Sierra Espuña

Alhama de Murcia, Murcia

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Decía que podría curar el asma si subíamos todos los fines de semana desde Alhama hasta la sierra. Mi madre dudaba de eso, pero antes de decirle nada prefería meter los bocatas en nuestras mochilas y seguir las indicaciones que rezaban ‘Parque Regional de Sierra Espuña’. Me hacía subir las pendientes rodeadas de pinos, a veces me faltaba el aire. Mientras observaba las ardillas o las águilas reales pensaba que hubiera preferido estar en casa, que con mis padres en medio de la nada. Mis quejas pasaban desapercibidas, mientras ellos se quedaban mudos contemplando el Valle de Leyva, los pozos de nieve, o las casitas amontonadas que se veían abajo y que a mí me daban bastante vértigo. Los mejores días conseguíamos pasar Collado Blanco y ya, apenas sin aire, llegar al final de la montaña desde la que se podía divisar el Morrón de Espuña, el pico más alto de esta sierra. Una vez ahí, se encontraba mi parte favorita del camino, si seguíamos el sendero a la izquierda de la base militar llegábamos a la Canaleta del Barranco del Gallego, el fin de nuestro paseo y donde nos sentábamos a comer el bocata. Allí el aire era más puro y sentía que mis pulmones 'engordaban'. Aún guardo fotografías de aquellos momentos, y siempre que puedo aprovecho a repetir el camino con mis hijos, y de paso, a darme un respiro.

Localización

Sierra Espuña, Murcia