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Dormir con peces y tiburones

San Sebastián, Gipuzkoa/Guipúzcoa

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Ir a Donostia y no visitar el Palacio del Mar es como no acercarse a la Parte Vieja y ponerse ciego a pintxos. Un pecado capital. Porque el pequeño y recoleto edificio, construido en 1928 y renovado a conciencia en 2008, es el segundo museo más visitado de todo Euskadi tras el Guggenheim de Bilbao. En sus tanques alberga camarones boxeadores, peces vaca y dos fabulosos tiburones toro, pero el encanto de este acuario no sólo reside en los animales, sino también en la planta dedicada a las ciencias naturales y el arte de la pesca.

La rica historia naval de esta zona del Cantábrico, con sus barcos balleneros y sus carreras de traineras, queda explicada por medio de maquetas, objetos rescatados del mar y fotografías antiguas, pero sobre todo gracias al gigantesco esqueleto de la última ballena franca arponeada en San Sebastián, allá por 1870. Sus huesos dominan esa primera planta, mientras que en las profundidades se pueden encontrar preciosos acuarios de medusas, una incubadora en la que ver el espectáculo de la eclosión de los huevos, o las tortugas heridas por aparejos de pesca recuperándose antes de ser devueltas a su hábitat.

Además de todo esto, en el Museo se pueden realizan numerosas actividades para toda la familia. Una de las experiencias más increíbles para conocer el mundo marino de noche es pasar una velada nocturna rodeado de peces en el túnel de 360º del gran Oceanario. Esta actividad consiste en una visita guiada, juegos, película en el Auditorium y luego dormir en el túnel rodeado de todos los peces y tiburones. También hay talleres didácticos y conciertos de una orquesta sinfónica o djs pinchando mientras ves moverse los bancos de peces.

Contacto

Localización

Plaza de Carlos Blasco Imaz, 1, Donostia