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A Pobra do Brollón

Ahí donde las casas juntan sus tejados

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De regreso a la Tierra de Lemos y la Ribeira Sacra, encajonado entre el Valle de Lemos y la Sierra del Caurel, A Pobra do Brollón fue cuna de la famosa María Castaña, la mujer que alentó en el siglo XIV la sublevación contra el Obispo de Lugo. Los restos castreños son abundantes en este escarpado término municipal, con A Roda do Castro, en la parroquia de Salcedo, como el mejor conservado de toda la colección.

En el patrimonio religioso, aun siendo abundante, destaca sobremanera el templo de Lamaigreza (1788), sorprendente por su torre frontal de tres cuerpos y la proliferación de retablos (tres neoclásicos y uno rococó) en el interior. La Iglesia de Parada dos Montes (siglo XIX) atesora otro retablo, también neoclásico, que se trasladó desde el Convento de las Clarisas, en Monforte de Lemos. Y es precisamente en Parada donde nos encontramos con una de las grandes señas de identidad del concello, ya que allí los tejados de las casas se encuentran unidos y superpuestos para circular por ellos en días de grandes nevadas e incluso para protegerse de eventuales ataques de los lobos.

Los valles del Cabe y del Lor ofrecen los mejores parajes de cara a los paseantes, igual que el trocito de ribera del Sil al que accedemos desde la parroquia de Vilachá y donde podremos degustar alguno de los vinos de la zona, con bodegas centenarias y un Museo Etnográfico del Vino. Y si queremos una buena panorámica desde las alturas, lo mejor es encaramarse hasta el Mirador de Catro Cabaleiros, a 1.250 metros, en Pena Redonda (Sierra del Caurel).