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Argente

Una pequeña fortaleza que se abre entre la llanura

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Conserva Argente aún los restos de su antigua fortaleza: unos lienzos que han sido integrados en algunas viviendas del pueblo y una torre cuadrada con base de talud, que ha sido aprovechada por la iglesia parroquial de Santa María la Mayor como campanario, situada en el centro del municipio. Este templo barroco fue construido en el siglo XVII en mampostería, pero tuvo que ser reformado tras la Guerra Civil por los daños que había sufrido. El viajero tampoco se puede perder las otras dos ermitas de Argente: la de Santa Quiteria y la de la Virgen del Campo. La primera es uno de los pocos ejemplos de estilo románico-gótico del siglo XIII que quedan aún en la provincia de Teruel. Lo más significativo de su arquitectura es su techumbre de madera policromada, en el interior, y una cornisa de canecillos en forma de nacela, en el exterior. La de la Virgen del Campo es una obra gótico-renacentista, formada por una nave única de cinco tramos.

Rodeado de cereal, Argente está situado en un bello paraje conocido como los Llanos de Visiedo, en lo alto de la comarca de Bajo Martín. Ubicada a 1.253 metros de altitud, esta localidad de algo más de 200 habitantes cuenta con una topografía suave y de formas alomadas, que ha propiciado el desarrollo de la agricultura y la ganadería, eminentemente ovina. Este enclave natural se ubica junto a la rambla de la Hoz, que toma su nombre de los yacimientos platíferos de la zona.

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