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Burujón

El hueso de san Pantaleón

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Como en tantos pueblos de España, la vida de Burujón gira en torno a la plaza de España, que no es otra que la del Ayuntamiento. Es grande y está dividida en dos zonas: la parte mayor, de trazado irregular, está presidida por la casa consistorial, construida en 1920 y reformada en 2005, a resultas de lo cual muestra un lustroso color blanco. En la fachada llama la atención un reloj analógico de finales del siglo XIX coronado por un templete de forja de hierro. Y frente al edificio, una especie de patio peatonal rectangular. Al lado, como en un apéndice, otra parte de la misma plaza guarda espacio para una fuente de piedra de dos caños.

Tampoco queda lejos la iglesia parroquial dedicada a San Pedro Apóstol, terminada en 1961. En su interior, no obstante, conserva un Cristo crucificado, figuras de santos, una pila bautismal y una puerta de madera pertenecientes a la antigua iglesia, todos  del siglo XVII, además de uno de los tesoros del pueblo: la Reliquia de San Pantaleón. Se trata de un hueso del santo, que vivió en Antioquía durante el siglo IV de la era cristiana. A él está dedicada también un capilla (finales del XVII) que formó parte de la vieja parroquia.

Fuera del pueblo se encuentran las impresionantes barrancas de Burujón, declaradas Monumento Natural, que son unos cortados de arcilla rojiza que caen a plomo sobre las aguas del Tajo generando un paisaje muy particular. En su interior se aloja el embalse de Castrejón.

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