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Carmena

De una estela romana a la Casa de los Quevedo

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Una estela funeraria romana, fechada en hacia el siglo IV y ubicada en el baptisterio de la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, da cuenta de la antigüedad del pueblo, que aparece descrito en los libros ya en 1204.

La citada iglesia es el monumento principal de la localidad, construida en el siglo XVI. No resulta espectacular en su factura, pero sí es grande y bien proporcionada, con un exterior que combina los sillares con el ladrillo visto: puro estilo renacentista toledano. Destacan su portada (con un tejadillo que descansa sobre dos columnas) y la torre con un campanario octogonal, bellamente ornamentado y visible desde todo el pueblo. Las calles de Carmena muestran al visitante viviendas generalmente modestas y bajas, pero también algunas casas solariegas de los siglos XVII y XVIII: grandes casonas realizadas en aparejo toledano (mampostería y ladrillo) con dos alturas, sólida rejería en las ventanas y escudos nobiliarios en la fachada.

Entre las mansiones de Carmena destaca la casa de los Quevedo, fechada en 1538, pero aquí no acaban los monumentos de interés: aparte del Ayuntamiento, gran edificio coronado con un enorme reloj en la plaza de Cristo Rey, a las afueras del pueblo podemos visitar la pequeña ermita del Santo Sepulcro, del siglo XIX. Quizá el mejor momento para verla sea en Semana Santa, cuando hasta allí llega la procesión del Santo Entierro.

Declarada de interés turístico regional desde 2015, la Semana Santa de Carmena incluye grandes representaciones, como la Procesión de la Borriquita, la Procesión del Encuentro o la Quema de Judas.

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