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Ciudad Rodrigo

Baluarte medieval con excelente gastronomía

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La Catedral de Santa María y las murallas sitúan a Ciudad Rodrigo en el centro de la diana turística para decenas de miles de visitantes al año. Ninguno de ellos se equivoca en la elección de esta medieval localidad salmantina, declarada Conjunto Histórico-Artístico. Su catedral comenzó a levantarse en el siglo XII, en estilo tardorrománico, durante el reinado de Fernando II de León, como baluarte contra el enemigo musulmán y contra el naciente reino portugués. El propio Fernando II sería el gran benefactor de la villa, rodeándola también de las murallas que, aunque reformadas en el siglo XVIII, aún circundan el municipio.

Ciudad Rodrigo se expandió con el tiempo extramuros y ni la muralla ni el caudal del Águeda sirvieron para impedirlo. Además de la catedral, la Capilla de Cerralbo, de estilo herreriano, la iglesia de la Venerable Orden Tercera, neoclásica, y la iglesia de San Pedro-San Isidoro, son templos religiosos de mucho interés en la villa. En el casco antiguo, en la Plaza Mayor, podremos contemplar el bello edificio consistorial, con sus dos torres a pequeña escala y un campanario en la zona superior. Otros destacados edificios de uso civil son los palacios diseminados por la ciudad, como la Casa de los Águila, el Palacio del Primer Marqués de Cerralbo y la Casa de los Castro.

Por si todo ello no fuera suficiente, esta localidad alberga una feria del teatro muy significativa y un festival de folclore que hará las delicias de cualquier seguidor de estas manifestaciones culturales. Desde una perspectiva culinaria, Ciudad Rodrigo cuenta con todo el suculento legado de platos salmantinos a los que añade dos de sus especialidades, las patatas 'meneás' y los huevos fritos con 'farinato'. 

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