{{title}}
{{buttonText}}
1 /

El Ejido

Más que plástico

Compartir

Al adentrarse en la provincia de Almería, los inmensos mares de plástico son una constante en el paisaje, y El Ejido no es una excepción. Pero antes de dedicarse al cultivo intensivo de la horticultura, el municipio fue tierra de comerciantes púnicos y de colonos romanos, que dejaron su huella en el yacimiento de Ciavieja, que da la bienvenida al visitante cuando llega por la carretera de Almería. Dado que no se puede visitar, lo mejor es llegar hasta el centro para admirar el mosaico que se consiguió recuperar en el Museo de Historia Local.

Si se accede por la carretera de Berja, el que saluda es el Daimún, monumento funerario y otro superviviente del asentamiento de Murgi, cuyo abandono se ve en los aljibes diseminados por las áridas tierras de la comarca, reflejo de unos habitantes que se dispersaron y se dedicaron a la ganadería. 

Hay que acercarse hasta Guardias Viejas, en la costa, para contemplar otro recuerdo: los baños romanos, que han soportado el paso del tiempo a pocos metros del gran Castillo construido bajo el reinado de Carlos III. En él, una exposición permanente de uniformes militares y armamento explica el pasado militar de la zona, donde también se levantan torres fortificadas como la de Balerma. Comprobado que la piedra mantiene fuerte su posición frente a la invasión del plástico del interior, es el momento de relajarse por las playas de Guardias Viejas, Balerma o las vírgenes del Paraje Natural de Punta Entinas-Sabinar, compartido a medias con Roquetas de Mar. 

 

Contacto