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El Oso

Tótem vetón junto a las lagunas

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Población de unos 170 habitantes situada a 29 km de Ávila. En su término se extienden las lagunas que son reserva ornitológica.

¿Por qué se llama El Oso? No es que en tiempos viviesen plantígrados en los pinares o encinares, sino por su emblema más célebre: un verraco vetón, muy típico de Ávila, y pariente de los Toros de Guisando, que la gente del pueblo creyó un oso en lugar de un toro. Hoy esa venerable talla está emplazada frente a la iglesia de San Pedro Apóstol, construida en sillar de granito y no en ladrillo (excepto la espadaña), que es el material habitual en otras zonas de La Moraña más al norte. Interesantes artesonados de madera en las cubiertas de sus tres naves.

Sin embargo, El Oso es célebre sobre todo por su naturaleza. Las lagunas, como a un kilómetro del caserío, Reserva Ornitológica, disponen de casetas para la observación (no olviden los prismáticos) de aves esteparias y acuáticas como ánades comunes y azulones, cercetas, silbones, grullas, cigüeñas, aguiluchos, halcones, esmerejones y ocasionales buitres negros y leonados en busca de carroña, entre otras muchas especies.

En 2017 se inauguró el Centro de interpretación Lagunas de La Moraña, con una torre de estilo neomudéjar que también sirve como atalaya de observación.

Además de la ermita de Los Remedios, en las calles de despliega un peculiar viacrucis del siglo XVIII recientemente restaurado.

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