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Fonfría

Ideal para ir a por rebollones

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Fonfría es, como la mayoría de los municipios del interior de la provincia turolense, pequeño y tranquilo. Sin embargo, con apenas 30 habitantes habituales, su población crece en el período de recolección de setas. Porque entre sus pinares y bosques de rebollos, el visitante va a encontrarse dos características principales: la calma y el aire puro de la montaña y los rebollones. También es zona de seta de cardo.

Además de ir a por rebollones —actividad muy típica de la provincia turolense—, la sierra de Fonfría ha sido declarada Lugar de Interés Comunitario (LIC) y forma parte de la red Natura 2000. Esta alineación montañosa alcanza en algunos de sus puntos casi los 1.500 metros de altura. Los bosques de rebollos y quejigos, con los cuidados pinares y los prados alpinos —muy ricos en especies de orquídeas— se mezclan con los cortados y los barrancos que dan lugar pequeñas lagunas. Es muy recomendable un paseo entre estos pinares y balsas de Fonfría. Además, apetece la subida hasta algún punto alto de la sierra para observar las preciosas vistas que hay de las laderas de la Rocha, que discurren en paralelo. Una localidad perfecta para los amantes de la naturaleza.

En su núcleo urbano destaca la iglesia de San Miguel y de la Santa Cruz, cuya edificación original data del siglo XIII. Su conjunto interior es de los más completos de Aragón, por lo que ha sido transformado en un pequeño museo religioso compuesto por 11 retablos—algunos de ellos barrocos—, un púlpito original rococó y una antigua pila bautismal procedente del siglo XIII. A dos kilómetros del centro del pueblo se encuentra la ermita de la Virgen de la Silla, una imponente construcción del siglo XVIII —aunque sus orígenes son anteriores— que cuenta con un bonito mirador.

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