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Fuenmayor

Buen vino, palacios y hogueras a las puertas de Logroño

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El cultivo de la vid y la producción vinícola son, desde el siglo XVI, las bases de la economía de Fuenmayor, un municipio situado a solo 12 kilómetros de Logroño. Aquí, en efecto, el vino es casi un elemento mágico, como muestran la docena de bodegas que se asientan sobre este término municipal. El despegue económico de Fuenmayor generó la construcción de un buen número de palacios, casonas, ermitas e iglesias. El palacio de Fernández Bazán, el de los Marqueses de Terán y el palacio renacentista son una excelente muestra arquitectónica de lo que nos depara Fuenmayor. Sin embargo, el pueblo también cuenta con importantes construcciones religiosas, como la Iglesia Parroquial de Santa María, concluida en 1560, y varias ermitas de épocas algo posteriores.

Una interesante tradición de Fuenmayor es la Fiesta de los Marchos, celebrada cada 7 de diciembre. Según la tradición popular, esta fiesta recuerda la estratagema de los fuenmayorenses del siglo XIX para evitar ser saqueados por las tropas francesas en la Guerra de la Independencia. La treta consistió en hacer hogueras en puertas y balcones para que el ejército francés, al ver ardiendo el pueblo desde lo alto del monte que separa Fuenmayor de Logroño, lo creyese ya saqueado y siguiera su camino. En la festividad, el protagonismo es para los niños, que desde semanas antes se dedican a recoger broza y todo lo que pueda arder. A las siete de la tarde se encienden las hogueras, alrededor de las cuales se salta, se baila y se asan patatas.

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