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La Iglesuela del Cid

El final del camino del Cid

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Este precioso pueblo, el último de la ruta cultural del Camino del Cid, expira historia y cultura por los poros de su rocoso patrimonio arquitectónico. Su iglesia parroquial de la Purificación es un ejemplo: está construida en el siglo XVII sobre un templo gótico anterior y la acompaña una torre en piedra de sillería. Impresiona su portada plateresca, coronada por un arco de medio punto entre columnas adosadas y una imagen de La Virgen del Cid. Hay otros edificios religiosos que merecen una parada, como las ermitas de San Pablo y Virgen del Loreto, ambas del siglo XVII,  o el convento de los Paules, un edificio en forma de ele, construido a principios del siglo XX en mampostería y sillería, ahora restaurado.

El ayuntamiento comparte su edificio con la torre del homenaje del antiguo castillo, que desapareció en el siglo XIV. Es conocida como la Torre de los Nublos y su datación es desconocida, pudiendo haber sido construida por templarios o por sanjuanistas. Recientemente el pueblo ha llamado la atención de los vecinos y visitantes al convertirse en un punto de paso del ganado trashumante, lo que permite que miles de ovejas recorran sus calles en distintas épocas del año.

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