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Malpartida de Plasencia

Puerta de la Naturaleza

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La inmensidad de la Naturaleza se abre paso en la localidad cacereña de Malpartida de Plasencia. Repleta de aves que dominan sus cielos y de peces, La Laguna actúa como avanzadilla del paraje conocido como la dehesa boyal de El Robledo. Allí, los robles y alcornoques permanecen atentos ante el ligero y tranquilo movimiento de las aguas de los embalses, como el de Covachillas. El líquido puro únicamente se mueve cuando lo atraviesa una barca, se pesca o cuando las gotas de lluvia impactan sobre esta lámina de cristal. Los viejos árboles también miran hacia la tumba de la princesa en el Cerro de Castillejos que da vida al cerro en el que se asienta. El entorno parece haber sido diseñado por los mejores artistas. De hecho, estamos ante una de las puertas del parque nacional de Monfragüe. Si el rey es, sin duda, este espacio natural, la reina es la iglesia de San Juan Bautista que se eleva entre las viviendas de la localidad. Sus férreos muros engrandecen a una torre que los rayos iluminan cada hora. Fundamentalmente los aires góticos se aprecian a simple vista, pero el Renacimiento dejó su embrujo en alguna de sus portadas. Malpartida de Plasencia tiene un sinónimo que el turista nunca olvida, Naturaleza.