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Massoteres

Pasado señorial

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Al norte de la Segarra, donde la gran llanura de campos de cebada y trigo cede el testigo a las primeras ondulaciones de las cuencas del Llobregós, Massoteres se presenta como una población tranquila a tiro de piedra de la bulliciosa Guissona.

El núcleo urbano es prácticamente una sola calle circular de la que se abren cortas ramificaciones. El viajero ve en esta distribución el pasado medieval del lugar, el cual se hace evidente en la casa renacentista de Can Soler, una construcción señorial con escudos heráldicos en la fachada. Completan el escenario histórico el antiguo portal de acceso al casco antiguo y la calle parcialmente cubierta.

La población conserva los restos de Sant Simeó, una ermita románica. A mediados de agosto el pueblo celebra una fiesta mayor que une vecinos y veraneantes.

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