{{title}}
{{buttonText}}

Padules

Ríos de sabor árabe

Compartir

Un pueblo pintado por el sol alpujarreño. Subido a una colina se extiende Padules, una villa de cal que reluce ante el cielo andaluz, con corazón almeriense y pies de río comarcal. El oeste de Almería ha inspirado esta pequeña villa con nombre de agua. Por ella circula todo el sabor de la Alpujarra contemporánea, mudéjar y cristiana. Para degustarla es posible acercarse a sus pequeños bares a pie de calle o esperar a la ‘Paz de la Alpujarra’, una feria gastronómica y teatral en la que disfrutar de la recreación de uno de los capítulos del pasado andalusí en el que se exhiben los productos mudéjares y cristianos de la época. Una fiesta que ni el río quiere perderse aunque ande demasiado ocupado mordiendo las rocas y creando piscinas entre barrancos. Y es que esta comarca del Alto Andarax destaca por la belleza de sus canales, esos que conseguirán que la visita hasta Padules parezca más extraordinaria si cabe. En ellos, el río Andarax marca el camino, lo erosiona y lo abre, a pocos kilómetros del centro, conformando unas bellas gargantas que se abren paso entre la naturaleza almeriense. Son las conocidas lagunas a las que este pueblo les debe su nombre. Solo recorrerlas nos da una idea de la riqueza natural y paisajística que esta comarca del Alto Andarax guarda escondida entre sus calles de cal, rebosantes de tradición y gastronomía.

Contacto