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A la sombra del Imperio Romano
El municipio zamorano de Rabanales comprende además los anejos de Fradelos, Grisuela, Matellanes, Mellanes y Ufones. Pertenece a la Comarca de Aliste, al oeste de la provincia, queda cerca de Portugal y dista de Zamora 59,6 kilómetros por carretera. La zona fue poblada tempranamente, como muestran los restos de los cuatro castros que rodean Rabanales, en los que aún perduran partes de sus defensas. Son numerosos los vestigios dejados por los romanos durante su estancia en estas tierras. Entre otros, permanecen los restos de una necrópolis y de una vía que llevaba de Braga a Astorga. Durante la Edad Media estos lugares fueron reconquistados e incorporados al reino de León por sus monarcas. Dada su proximidad a Portugal, durante los conflictos bélicos esta zona tuvo bastante importancia. En el primer tercio del siglo XIX Rabanales se incorporó a la provincia de Zamora y, en 1850, se unieron a esta localidad sus actuales anejos.
No hay que dejar de pasar por ninguna de las localidades, en todas ellas hay magníficos parajes que merece la pena ver y disfrutar. Hay manantiales de aguas medicinales, fuentes y molinos antiguos. Los centros urbanos muestran varias edificaciones tradicionales hechas en piedra de Aliste, destacando sus edificios religiosos, sobre todo la Iglesia de Rabanales, edificada en la época de los Reyes Católicos. Para su ejecución se utilizaron varios materiales romanos, como estelas y sillares de granito. Al lado del templo puede verse un gran falo romano de piedra, símbolo de la fecundidad. Como símbolo de su pasado romano, en la Plaza Mayor hay instalado un busto del emperador Augusto.
Todas las localidades celebran fiestas patronales. Rabanales lo hace el 3 de febrero por San Blas.