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Sant Climent Sescebes

Pasión única

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Entre la frontera con Francia y la capital comarcal, Figueres, se encuentra Sant Climent Sescebes. Con poco más de 600 habitantes, es un municipio tranquilo, marcado por su situación estratégica y por una orografía adecuada para cultivos de secano como la viña y el olivo. Situado entre los últimos contrafuertes de la Sierra de la Albera y el llano ampurdanés, Sant Climent integra en su municipio al pueblo homónimo y los vecindarios de Vilartolí y de Ullastre.

El mejor momento para visitar Sant Climent Sescebes es en Semana Santa, cuando el pueblo representa la Pasión de Cristo, la popular Passió, una de las más celebradas de la provincia. Tiene dos características que la hacen única: la huerta de Can Cusí, un espacio natural al aire libre que da un gran realismo a las escenas finales de la crucifixión y la resurrección, y un texto propio que se modifica anualmente y que amplia lo recogido en los evangelios.

Sant Climent tiene un amplio patrimonio megalítico, dólmenes y menhires que pueden visitarse mediante una ruta propuesta por el ayuntamiento que, al mismo tiempo, permite descubrir el entorno natural. También hay que dedicar un tiempo a la iglesia parroquial de Sant Climent (siglo XVIII), la románica de Santa Fe dels Solers y la capilla de Sant Sebastià (siglo XVII).

El municipio cuenta con bodegas adheridas a la denominación de origen Empordà, que producen notables vinos.

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