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Senija

Besos en la Roca de la Salve

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Como un pequeño prado de flores blancas, las viviendas de Senija dan forma al municipio como una prolongación misma de la colina sobre la que se asienta. Las primeras referencias históricas datan del siglo XIII, y en la austera Iglesia de Santa Catalina Mártir hay una imagen de la Virgen de la Misericordia con medio milenio de antigüedad. Olivos, algarrobos, almendros y la sempiterna vid modelan el paisaje de Senija, que alberga un curioso lugar de culto en el patio de un colegio. Se trata de la Roca de la Salve. Según cuenta la leyenda, lugareños del pueblo y de otros municipios de los alrededores se arrodillaban siempre ante ella antes de una dura jornada de trabajo o de iniciar un viaje incierto, pidiendo regresar a casa sanos y a salvo.

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