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Serón

Jamón, naturaleza y minas

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Con permiso de las fiestas patronales, la gran celebración de Serón es la del jamón y los embutidos, el primer fin de semana de julio. Es la excusa perfecta para un atracón de turismo gastronómico que, cada vez más, se abre a otros productos como los caracoles o el aceite de su almazara, elaborados también en este pueblo de calles estrechas y encaladas, ubicado en la Sierra de los Filabres, con el castillo dominándolo todo.

Para conocer el Serón industrial hay que desplazarse al poblado minero de Las Menas, a unos 16 kilómetros. Sus yacimientos ferrosos fueron los más importantes y productivos de la provincia de Almería durante más de medio siglo; hoy, abandonados, constituyen un importante atractivo turístico. Para entenderlos el visitante debe acudir al Centro de Interpretación. Para disfrutarlos hay una ruta histórica recién señalizada. Y para pasear por la naturaleza, nada como coger una bici de montaña o tomar uno de los tres senderos homologados, uno de los cuales lleva a la impresionante y milenaria Encina de la Peana, considerada el árbol de mayor porte y uno de los más antiguos de Andalucía.

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