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Utrera

Pasión flamenca, fervor religioso y monumentales escenarios

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Utrera es tierra de olivares, cuna del flamenco y residencia de famosas ganaderías de toros bravos. Pura Andalucía sintetizada en las tierras bajas del valle del Guadalquivir y en su centro histórico, declarado Bien de Interés Cultural en calidad de Conjunto Histórico-Artístico. Destaca en Utrera su emblemático castillo, construido sobre los restos de una antigua torre árabe. El recinto sufrió importantes daños durante la Guerra de la Independencia por parte del invasor francés, que bombardeó repetidamente la edificación ante la negativa de la población a pagar más impuestos.

Mucho antes de aquello, durante el descubrimiento de América, su posición privilegiada había convertido a Utrera en la primera población del reino de Sevilla. De sus pinares se construyeron barcos y sus campos abastecieron a muchas expediciones que marcharon rumbo a ultramar. Esta devoción marinera continúa en el Santuario de Nuestra Señora de la Consolación. El recorrido por Utrera nos mostrará importantes templos como la iglesia gótica de Santa María de Mesa, la iglesia Parroquial de Santiago El Mayor, del siglo XIII, y el Convento de la Purísima Concepción, del siglo XVI.

La ciudad conserva en muy buen estado su recinto amurallado, y el Parque de la Consolación es el pulmón verde de la ciudad. En el núcleo urbano está la Glorieta de los Hermanos Álvarez Quintero, oriundos de la localidad y maestros del sainete y la sátira española. Una fuente de ocho caños sigue manando con la abundancia de muchos años junto a la Puerta de la Villa, la única entrada que se conserva de la ciudad fortificada. Utrera celebra el festival de flamenco más antiguo de España, el Potaje Gitano, y siente como pocas otras ciudades la Semana Santa. En esos días, la saeta rasga el silencio de la noche y alivia el dolor de la pasión y muerte de Jesucristo. 

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