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Valdenebro

Esplendor románico en un vergel

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La musicalidad de su nombre está en sintonía con la belleza de su localización. Es Valdenebro un pueblo atravesado por un río, el Sequillo, lo que propicia a su alrededor un vergel de manantiales, arroyos y fuentes, bosques (de roble, pino, sabina y carrasca) y plantas (brezo, tomillo, té, biércol y cantueso).

Atención a su arquitectura: la iglesia de San Miguel es uno de los mejores ejemplos románicos de Soria. Construida entre los siglos XII y XIII, posee uno de los ábsides más espléndidos de la provincia. La puerta de acceso también es románica. El segundo templo del pueblo, la ermita de Nuestra Señora de Olmacero, no desmerece. Además de una bonita fragua y la robusta fuente vieja, destaca el lagar, a cuyo lado se erigen tres curiosos artefactos azules de cierta altura: se trata de tres cañones granífugos, empleados hasta la década de 1920 para lanzar cohetes con el objetivo de romper las nubes cuando amenazaban granizo —terror de la cosecha— y provocar la lluvia.

Aproveche la estancia para probar su plato típico, la olla de San Miguel: un guiso a fuego lento de carnero con ajos, sal, unas cebollas y unas hojas de laurel.

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