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Vallehermoso

Un marco perfecto

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Desde el casco histórico de Vallehermoso, girando 360º sobre nosotros mismos, podemos disfrutar de toda la belleza y esencia de este municipio. Su arquitectura tradicional se representa perfectamente en las típicas casas del centro y en su iglesia de San Juan Bautista, templo neogótico del s. XX, desde donde se puede controlar de norte a sur toda la extensión del valle. En lo alto de la montaña, el Parque Nacional de Garajonay abre las puertas de este barranco, donde la presa de La Encantadora se convierte en un mirador perfecto para deleitarnos con el mayor referente geológico del norte de la isla, el Roque Cano. Los caseríos, diseminados por el valle, unen miles de senderos que se convierten en largos circuitos ideales para los amantes de la naturaleza. Arguamul, Tazo, o Alojera, principal productor de miel de palma de la isla y con una playa natural prácticamente virgen, son lugares de obligada visita antes de llegar a la propia desembocadura del barranco. Allí, su complejo marítimo de piscinas naturales, ubicado en la playa de Vallerhermoso, se convierte en el mejor balcón para disfrutar de un relajado baño, donde la sensación de perderse en las aguas del océano es un juego visual que este paraje regala a nuestra imaginación.

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