Parroquia de la Purísima Concepción

Qué ver

Blancura, blancura tal que parece que brilla bajo el dorado del sol y el verde de las altas palmeras circundantes. Un edificio del siglo XVII cuya alta torre-campanario parece un delicioso cucurucho de menta con remates de caramelo y cuyo tejado a dos aguas de tejas y sus paredes encaladas se yerguen en la Plaza de España de Trebujena eclipsando al mismísimo Ayuntamiento. Se trata de la Parroquia de la Purísima Concepción. Allí no hay más remedio que admirar con asombro la Puerta del Perdón, rica en decoraciones que parecen de escayola pero que están realizados en una muy lisa piedra tallada blanca formando un perfecto arco, unas columnas y unos adornos que imitan la entrada de un templo heleno.

Como la ‘bella durmiente’ va hipnotizada hacia la rueca, no es posible evitar entrar a deleitarse por un pasillo de losas en forma de rombo cuya bóveda de arcos regulares está tan bien diseñada en temas de iluminación que da la sensación de que las ventanas están hundidas para enfocar la luz de forma directa hasta la cúpula del altar mayor donde espera el remate final a este esfuerzo de claroscuros: no tiene una bombilla en la parte superior sino un agujero redondo por el que penetra el sol de fuera. Una vez allí, el visitante contemplará asombrado un retablo barroco con un Crucificado sufriente como figura principal y rodeada por una exquisita decoración de capiteles de estilo corintio que parece que están decorados con esas hojas de viñas tan típicas de Trebujena.